Ana Boyer (33 años) ha heredado muchas cosas de su madre, Isabel Preysler (71). No solo una genética privilegiada y unos rasgos faciales muy similares, también un gusto refinado por la moda. La hija pequeña de la socialité es quizás quien más se parezca a ella físicamente y también a la hora de vestir.
Aunque más juvenil con sus outfits, para el día a día la mujer de Fernando Verdasco (38) también apuesta por estilismos cómodos y sofisticados con los que poder exprimir las jornadas sin dejar a un lado las tendencias. Así es, de hecho, la última adquisición de su armario, un vestido con el que da la bienvenida al calor y que se ha convertido en un éxito entre sus seguidores, que no han dudado en decirle lo bien que le sienta.
La prenda en cuestión es de la firma estadounidense Tommy Hilfiger y pertenece a su nueva colección. Un vestido camisero, de color azul claro, decorado con delicadas rayas blancas y que sorprende gracias a su original estampado. Tanto la manga izquierda como el bajo de la falda están decoradas con unas grandes flores dibujadas a mano de color anaranjado que aportan luz y luminosidad al conjunto.
Un punto diferenciador para este look clásico que le hace estar de actualidad -los estampados florales son un must- y alarga su vida hasta bien entrado el otoño. Al ser camisero, se puede ajustar la abertura del escote y también el largo de las mangas, que se pueden llevar remangadas, como hace Ana. Cuenta además con un cinturón anudable con el que se puede remarcar la figura.
En cuanto a los materiales, Tommy Hilfiger lo ha incluido dentro de sus productos sostenibles al estar confeccionado con una mezcla de algodón orgánico y algodón normal a partes iguales. Gracias a esto, es un vestido fresco y transpirable.
Su precio es de 199 euros y está disponible en tallas desde la 32 a la 46, aunque en la página web de la firma está agotado en las tres superiores.
Si bien Ana Boyer lo ha combinado con unas sandalias de tacón a tono, un mix perfecto para acudir a un evento que precise de un estilismo elegante, este vestido camisero puede ser el gran aliado para un verano en la oficina. Se puede llevar tanto con unas zapatillas blancas, creando un look más informal, como con unas sandalias o unos zuecos, un tipo de zapato que regresa con fuerza este verano.
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