Parece que las estrellas españolas están cogiéndole el gusto a eso de ir al exitoso programa de Jimmy Fallon (47 años), The Tonight Show Starring Jimmy Fallon. El presentador estrella de la NBC, que acostumbra a tener en sus sillas a celebrities de la talla de Nicole Kidman (54) o Ariana Grande (28) -en los tiempos en los que hacía entrevistas también logró chalar con Beyoncé (40), ha recibido, en tan sólo una semana dos grandes actrices patrias.
A Úrsula Corberó (32), con motivo del estreno de la última temporada de La casa de papel (Money Heist, en inglés) y a Penélope Cruz (47), que ha acudido a promocionar Madres paralelas, la última película de Pedro Almodóvar (72) donde es la protagonista.
La única intérprete de la historia de España en tener un premio Oscar ha triunfado en el late night de Fallon y, en parte, -además de por sus divertidas anécdotas en las impresionantes fiestas que solía hacer Prince en su casa o por los conciertos con su banda favorita, U2-, lo ha hecho por su look.
Una vez más, Penélope Cruz eligió Chanel, la emblemática firma de moda francesa de la que es embajadora desde hace años. Lució un dos piezas amarillo realizado en tweed, la tela más característica de la maison gala. Penélope lució la chaqueta, de silueta cropped, manga ancha y varios botones joya, dando protagonismo al escote cruzado.
La falda guardaba un secreto que se ha podido ver por las imágenes en movimiento de las redes sociales del programa y de la propia Penélope, aunque no así en el show mientras se grababa la entrevista y se emitía en falso directo. La pieza inferior de este increíble dos piezas guardaba una pequeña capa por detrás que rompía con la estética clásica de los trajes de tweed de Chanel.
Y si de estrellas de cine estamos hablando, no hay traje de chaqueta amarillo que aparezca en Estados Unidos en los últimos 26 años que no recuerde al que lució Alicia Silverston (45) en Clueless (1995), una de las películas más añoradas de los 90. La protagonista confesó en una entrevista para la revista Vogue que en el momento en el que estaban rodando apenas se dio cuenta de la importancia de la moda en el largometraje.
Sin embargo, con el paso del tiempo, Clueless se ha convertido casi en un filme de culto para los amantes del fashion world y del séptimo arte. Para acudir al instituto, la buena de Cher Horowitz -que en realidad era un cielo, una niña cándida, inocente, naive- seleccionó este conjunto que tanto recuerda al de Penélope -con las evidentes diferencias del paso del tiempo-, compuesto por falda y chaqueta a juego de Dolce & Gabbana, zapatos Mary Jane, calcetines blancos hasta la rodilla, camiseta blanca y cárdigan amarillo. Un estilismo icónico.
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