Si hay una prenda que ha sobrevivido a todas las tendencias es el vestido lencero. Desde que Kate Moss (47 años), con su estilo lánguido y desaliñado, lo popularizó, no se ha movido del trono de la moda.
El sleep dress -su denominación en inglés- por excelencia es aquel que sigue un patrón de tubo, es largo hasta los pies, tiene tirantes espagueti y está confeccionado en un tejido de acabado brillante que imita a la seda. A partir de aquí se ha versionado hasta la saciedad añadiendo encajes, aperturas, espaldas descubiertas o todo tipo de escotes.
Con esta descripción se puede entender este icono de los 90 como una prenda destinada a las ocasiones más festivas, a la noche y a eventos especiales. Sin embargo, encasillarlo de esta manera es un error, pues esta pieza puede convertirse en un auténtico comodín para llevar en el día a día durante todas las estaciones del año, solo hay que jugar con el resto de prendas que van a conformar el look.
Verano
Estamos sumidos de lleno en él y es la estación que nos permite llevar el vestido tanto por el día como por la noche. Para las horas de sol, añadir una camiseta de manga corta debajo de él, en un color que contraste, le restará formalidad. Sumar unos cuantos collares de cuentas, convertirá este conjunto en un look de tendencia.
Para la noche no hay más que llevarlo tal cual, dejándole todo el protagonismo. El brillo de la tela destaca las pieles bronceadas y con unas sandalias de tacón se potencia la dimensión longitudinal, de manera que la figura se ve mucho más estilizada.
Primavera
Estos meses de temperaturas suaves no dejan llevar todavía el vestido como prenda única. Afortunadamente, aún es época para construir looks por capas y esta es la técnica a poner en funcionamiento para poder lucir el sleep dress.
Otoño
Es la época de apostar por el boho-chic. El festival de Coachella inspira multitud de propuestas que parten de un sencillo vestido lencero. Son los complementos los que dotan de personalidad estos estilismos. Sumarle unas botas altas de cowboy y una chaqueta tejida a base de patchwork será suficiente para resguardarse de los primeros fríos del año. Otra opción, para las que estos elementos juntos les parezca una mezcla demasiado explosiva, es apostar por la siempre adecuada cazadora perfecto.
Invierno
¿Es posible seguir usando esta prenda cuando los termómetros se desploman? La respuesta es sí. Su largo permite introducir debajo medias del grosor que cada una considere. El invierno es perfecto para experimentar con el estilo más grunge. Para ello se deben añadir dos elementos, en la parte superior un jersey oversize aporte ese aspecto desaliñado y en los pies unas contundentes botas militares de suela de goma y múltiples hebillas. Este calzado será el encargado de quitar al vestido ese aire delicado que lleva consigo.
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