Rompió moldes en muchos aspectos de la vida palaciega y su trágica historia con el príncipe Carlos (72 años), ocupó numerosas portadas de la crónica social. La querida princesa Diana de Gales hubiera cumplido sesenta años el próximo uno de julio, motivo por el cual esta fecha ha sido elegida por sus hijos para celebrar un acto en el que se descubrirá una estatua que servirá como homenaje a su figura.
A la madre del príncipe Guillermo (39) y el príncipe Harry (36) se la recuerda por su naturalidad, espontaneidad y solidaridad. Pero hay otro rasgo de ella que tampoco pasa inadvertido: su pasión por la moda. Como ocurre actualmente con otros miembros de las casas reales sus estilismos eran analizados con lupa, y es que la tristemente fallecida, supuso un antes y un después en el encorsetado estilo de los looks que hasta el momento solían lucir las royals.
La entonces esposa del príncipe Carlos legó para el recuerdo un álbum de fotografías repleto de tendencias y básicos de moda que ella se encargó de instaurar para siempre. Y parece que otras royals han seguido su sendero. Hace unas semanas JALEOS se hacía eco de la última obsesión de Letizia (48), en cuanto a calzado se refiere, pues los salones destalonados, o sling back, se han convertido en una constante en sus outfit. No sería descabellado pensar que se haya podido inspirar en el estilo de Diana, quien en los años ochenta ya llevó este tipo de zapatos. La princesa de los ingleses los escogía para las ocasiones más especiales como una cita en el teatro Royal Albert Hall de Londres, al que acudió con una falda midi -otro imprescindible de la moda actual- un top sin mangas y el citado calzado. También los escogió para acudir al estreno del Cisne negro en 1997. En esa ocasión, en un tono azul bebé, coordinado con un ajustado vestido.
Y Diana sabía que nadie le quitaba la mirada, especialmente en las ocasiones más señaladas, como las presentaciones a la prensa de sus hijos. En 1982 tuvo lugar el nacimiento de su primogénito y para la presentación de Guillermo a los medios seleccionó un vestido en el que llamaba la atención el enorme cuello bobo que resaltaba sobre el fondo verde de la prenda. Entonces era tendencia y todo un estandarte del estilo inglés. En la época actual se ha recuperado y se está manteniendo durante varias temporadas, un claro síntoma del apego a él por parte de la industria de la moda.
Hay que señalar que uno de los patrones predilectos de la princesa para los grandes eventos siempre fueron los vestidos de escote asimétrico, tan demandados estos días. Estas piezas solían estar confeccionados en telas ricas y vistosas, pero no eclipsaban la belleza Diana. En 1991 para la premiere de la película Stepping out escogió un diseño blanco con estampado de flores, cuyo escote dejaba uno de sus hombros al descubierto. Unos años antes, en 1982 optó por una versión mucho más colorida del mismo patrón de vestido, que además sumaba dramatismo con un gran volante.
Sin embargo, si hay una tendencia que ha acompañado a Lady Di durante su vida es el estampado de lunares. Este motivo tan español ha formado parte de algunos de los momentos más importantes de su vida. Más allá de las fronteras de nuestro país, que ella luciera prendas con él, hizo mucho por la internacionalización del mismo. Una de las ocasiones más recordadas en las que Diana vistió con lunares fue en una de sus apariciones públicas, durante el embarazo del príncipe Guillermo, en 1982.
Pero si hay una imagen actual de la princesa es aquella en la que la vemos con sus atuendos más deportivos. Una de sus prendas preferidas para sus sesiones de ejercicio, eran las mallas de ciclista cortas, las cuales usó desde los años ochenta. Esta prenda es en la actualidad un básico para las influencers de marcado estilo athleisure, es decir, aquellas que combinan con criterio prendas sport con otras propias del armario de oficina.
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