Las cincuenta y cinco piezas más icónicas de la corta trayectoria de la modelo y diseñadora fallecida L'Wren Scott, que un día vistieron estrellas como Mick Jagger (77 años), Penélope Cruz (47) o Madonna (62), se subastarán hasta el 1 de julio. El objetivo es financiar una beca de estudios en la prestigiosa escuela Central Saint Martins.
El 100% de lo recaudado se destinarán a sustentar la beca de estudios con el nombre de la diseñadora, que puso en marcha el propio Jagger en 2015, junto con la prestigiosa escuela de diseño londinense Central Saint Martins.
Ayuda a financiar que un estudiante en particular entre en este competitivo mundo y a apoyar a la siguiente generación de diseñadores imaginativos", explicaba la directora de ventas de Christie's, quien cree que Scott estaría "muy feliz de saber que esto está ocurriendo".
Nacida como Luann Bam Brough en Utah, comenzó con tan solo 18 años su carrera como modelo en París, pero desde los doce años ya creaba y rediseñaba su propia ropa, puesto que, por su alta estatura -más de 1,80 centímetros- tenía dificultades para encontrar prendas de su talla.
Un hecho que la directora de ventas de Christie's, Caitlin Yates, califica como "simplemente inspirador", pues ese interés tan temprano por la moda y la ropa, después lo desarrolló como modelo, estilista y, finalmente, diseñadora, hasta su fallecimiento en 2014.
En total confían en recaudar entre 81.389 y 174.405 euros, aunque aseguran que piezas de tal valor como el vestido dorado con el que en 2012 Penélope Cruz "robó los focos" durante el preestreno de Skyfall en Londres, engorden la cifra final.
"Utiliza todo el glamour de Hollywood: está completamente cubierto con una secuencia de oro y el interior abraza el cuerpo y hace que llevarlo sea muy cómodo", describe Yates sobre la prenda de la actriz madrileña, que era una de las "grandes clientas y amigas" de la fallecida diseñadora.
Al igual que Cruz, otras muchas celebridades como Nicole Kidman (53), Sarah Jessica Parker (56), o Amy Adams (46), entre otras, confiaron en Scott para que las vistiese en los eventos y alfombras rojas de más nivel. Según Yates, fueron las relaciones que construyó con sus clientes y su habilidad para hacerles sentir seguros, y que confiasen en sus diseños para sus momentos más importantes lo que le hizo ser única.
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