Desde que terminó sus estudios de moda en la Central Saint Martins de Londres, Harris Reed (24 años) no ha dejado de hacer historia: diseñó la primera portada masculina de Vogue junto al cantante Harry Styles (27) y este jueves debutó con su primera colección de "género fluido", en la víspera del inicio de la Semana de la Moda de Londres (LFW).
Aunque en este momento prefiere que se refieran a él en masculino, Reed se define como una persona de "género fluido" (que no se identifica con una sola identidad masculina o femenina, sino que "fluye" entre ellas) y sus diseños también pretenden reunificar ambos géneros.
Muchos no conocen todavía su nombre, pero fue el equipo de la misma Anna Wintour (71), editora de Vogue, quien pidió a Reed que hiciese al excomponente del grupo One Direction el traje a medida -con hombreras y conjuntado con una falda de aro y un tul rosa sobre unos pantalones negros anchos- que dio la vuelta al mundo.
Nacido en Los Ángeles (Estados Unidos) en el seno de una familia creativa, de padre cineasta y madre exmodelo y fabricante de velas, se trasladó a la conservadora Arizona, donde en su época escolar le cayó el sambenito de "niño gay" sin saber aún su significado.
Así lo relata el propio Reed en una emotiva carta "al Harris de 9 años" publicada este jueves en Vogue con motivo de su debut en Londres, donde repasa cómo se encontró a sí mismo y descubrió "el poder que tienen la moda y la imaginación" y "la belleza de la fluidez".
Un niño refugiado en la moda
Aquel niño que pasaba los fines de semana "disfrazándose" solo en su habitación, que era perseguido en el colegio por sus looks y que hablaba con amigos imaginarios se refugió en la moda, la cual le reveló una faceta de sí mismo "que no conocía" y que hoy plasma en sus creaciones.
Ese fue el origen de For now, unexplained ('Por ahora, inexplicable'), la colección demi-couture (entre la alta costura y la producción en serie) de seis looks con la que firma su debut, inspirada en la "historia visual de Londres", conjugando la "anarquía del movimiento punk" con el "pasado aristocrático" del Reino Unido, según explica en un comunicado.
A través de un enigmático vídeo, Reed deja atrás la pasarela tradicional y muestra el universo con el que quizás soñaba de pequeño en su cuarto, donde los protagonistas van avanzando entre "pasillos lacados" y "salas drapeadas" hasta llegar a una habitación infinita en la que "se encuentran con todo lo que son".
Decidido a romper con todas las etiquetas y en especial con el concepto de vestido como algo únicamente femenino, Harris envuelve a sus modelos con faldas de tul y volantes combinados con detalles de sastrería masculina, o con tocados estratosféricos que parecen reinventar las aureolas y bajarlas al mundo terrenal.
Los conjuntos de Harris nacen de la deconstrucción de un vestido de novia o un esmoquin tradicional, que acaban cobrando una nueva vida y adquiriendo un toque cañero y rebelde gracias a las botas de tacón de Roker, una marca también de "género neutro".
Harris ha contado con el apoyo de la firma de maquillaje MAC y del director Terry Barber, que han trabajado conjuntamente con Reed en looks que explorasen "identidad, libertad y belleza de la fluidez por sí mismos" con una paleta creada para la ocasión.
"Ese niño queer de 9 años se ha despertado y ese sueño de recreo que me ayudó a superarlo es ahora una realidad", manifestó Reed en Instagram, donde, tras publicar el vídeo, se mostró agradecido por haber podido involucrar en su proyecto a personas con las que siempre "había soñado trabajar".
"El viaje hasta convertirte en tu yo de 24 años no será fácil", escribe Reed en su carta, que advierte a su yo del pasado: "Habrá gente que no quiera entender tu historia, pero lo más importante es que habrá personas que sí la escucharán". Y, desde este día, también la pueden ver.
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