La modelo sevillana Noelia López (33 años) lleva años siendo un referente de estilo. Tras ganar el programa Supermodelo y participar en el prestigioso certamen internacional Elite Model Look en Praga, su carrera sobre las pasarelas ha sido meteórica.
A su bagaje laboral junto a los mejores profesionales del sector, hay que añadir las colaboraciones que, a menudo, la maniquí realiza con grandes marcas a través de sus redes sociales: su gran fuente de comunicación y su mejor escaparate en la actualidad. Tan solo en su cuenta de Instagram, López atesora más de 261.000 seguidores que no pierden detalle de todos sus movimientos, sus planes, sus consejos y, por supuesto, sus outfits.
Pero hay algo más fuerte que el poder de una modelo: el poder de dos. Especialmente cuando una de ellas ya es una diseñadora y empresaria totalmente afianzada en el mercado patrio y con sus colecciones en puntos de venta que traspasan las fronteras españolas. Es el caso de María José Suárez (44). La creativa andaluza ha diseñado un vestido que López ha decidido lucir en varias de las últimas instantáneas de su red social. Una prenda original, enérgica y con una imagen eléctrica que puede convertirse en la pieza perfecta para cualquier evening event de los próximos meses.
Se trata del vestido Omega en su versión mini -también existe el modelo midi-. El diseño se engloba dentro de la colección Constelaciones, del prêt à porter ideada por la directora creativa de MJS Suárez, la propia María José, para este otoño-invierno.
Asimétrico, combinado con una pieza de diferente tejido en la zona del hombro, con escote palabra de honor y manga con una espectacular hombrera. Lo novedoso del diseño radica en el tejido de muaré con crepé mate. Lleva forro interior y su cremallera es invisible. El precio del vestido original era de 330 euros y ahora, según consta en la web de la firma, está rebajado al 50 por ciento: 165 euros.
Noelia López ha optado por combinar el vestido con un par de sandalias negras, de tiras en piel, con tacón fino y hebilla de cristales a modo de cierre. Sin embargo, lo atrevido del color y el tejido de la prenda da lugar a una pequeña osadía estilística. Sería una idea brillante jugar con los complementos en combinación al vestido: un par de stilletos en flúor magenta o en amarillo limón podrían elevar este sobresaliente estilismo a la categoría de arte.
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