Demna Gvasalia (37 años), el director creativo de Balenciaga, se atreve con todo, consciente de que las acérrimas amantes de su arte seguirán sus pasos pisando fuerte. En este caso, literalmente. El último objeto de deseo del diseñador georgiano para la firma francesa de origen español son unas botas efecto infinity.

La silueta must have para esta temporada -y con total seguridad también para las dos siguientes- son las botas por encima de la rodilla. En concreto, estas son el modelo Knife de Balenciaga, reinventadas con un atrevido detalle de lentejuelas. 

Las botas, compuestas de tela y cuero, van camino de convertirse en una pieza de extrema necesidad en el armario de toda celebrity que se precie. Su valor, 4.000 dólares (2.995 euros) más los gastos de envío propios de la web de moda de lujo donde se pueden adquirir -además de los puntos físicos-.

La primera estrella internacional en caer en las redes de las botas glitter de Balenciaga ha sido Michelle Obama (54). La que fuera primera dama de Estados Unidos se encuentra más relajada en lo que respecta a su vestimenta desde que abandonara la Casa Blanca a finales de 2016.

Apasionada de la industria de la moda, Michelle se deja seducir por diseñadores vanguardistas como Gvasalia, quien además le dispuso, a través de su estilista Meredith Koop, un vestido largo en amarillo limón de satinado de seda. 

El modelo Knife son la restauraciónde las clásicas botas con efecto leggins de temporadas anteriores. Una evolución supone una mejora no solo en diseño sino también en precio. Las anteriores oscilaban entre los 450 y los 600 euros.

Un precio muy alejado de los 3.000 que cuestan las botas que ha lucido la esposa del expresidente de Estados Unidos en su encuentro en el Barclays Center de Nueva York con Sarah Jessica Parker (53) para promocionar su último libro Becoming ('Mi historia').

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