Meghan Markle (36 años) y el príncipe Harry (33) han anunciado este lunes su compromiso oficial. Después de largas semanas donde han sido la comidilla de medio mundo, la pareja ha anunciado su compromiso acompañados de un inesperado protagonista: el anillo de pedida.
Aunque ha primera vista pueda parecer otra joya más dentro de la colección que posee la familia real británica, este alianza guarda un gran trasfondo. Por un lado, el anillo ha sido diseñado por el propio Harry, quien ha sacado a relucir sus dotes más artísticas para confeccionar esta joya única para un momento tan especial.
Por otro lado, el príncipe ha escogido cada una de las piedras preciosas que dan cuerpo a la alianza. Los dos diamantes laterales corresponden a una joya de su madre Diana, queriendo hacer así un guiño a las que son las mujeres más importantes de su vida. Un gran detalle que no ha pasado desapercibido y que, según declaraciones de algunos expertos al Daily Mail, estaría valorado en 50.000 euros o más (teniendo en cuenta que los diamantes que luce pertenecieron a Diana de Gales).
El diamante central, en cambio, es una piedra de Botsuana, el país que históricamente ha sido el refugio de Harry y el destino que la pareja eligió para realizar una escapada romántica hace un año.
En definitiva, un anillo con el que la pareja ha querido llenar de simbolismo uno de sus momentos más especiales, y con el que continúan una de las historias de amor más especiales (y esperadas) de este 2017.
[Más información: Actriz, divorciada y mestiza: Meghan Markle, la nueva plebeya de Buckingham]