El 19 de febrero de 2019 falleció Karl Otto Lagerfeld, considerado como uno de los diseñadores de moda más influyentes de la segunda mitad del siglo XX. Fue quien consiguió revivir Chanel en los años 80 con líneas modernas, ofreció un nuevo logotipo a Fendi y creó las primeras colecciones prêt-à-porter de Chloé.
Su corazón se apagó después de semanas de preocupación, pero su legado todavía continúa muy vivo. Tanto que este viernes, 7 de junio, se estrena Becoming Karl Lagerfeld, una miniserie de Disney+ que hace un repaso por la vida del reconocido modista.
El káiser de la moda dejó nada más y nada menos que 150 millones de dólares de herencia, que fueron destinados en parte al gran amor de su vida: su felino blanco, Choupette. Todo ello para que pudiese vivir una vida sin preocupaciones y llena de cuidados hasta el fin de sus días. A pesar de que su gato era su vida, también hubo dos hombres que pasaron por ella.
"Me gusta la libertad. Las relaciones surgen en todo el mundo, ese no es el problema. Pero no es mi prioridad", reconoció en una entrevista. A pesar de ser uno de los hombres más conocidos del mundo de la moda, consiguió que todo lo que tenía que ver con su vida privada quedase en un discreto segundo plano. Tanto es así que sólo se le conocen dos parejas en su larga trayectoria profesional.
El primero de ellos fue Jacques de Bascher, un aristócrata francés con el que vivió una tórrida historia de amor que duró casi dos décadas. Se conocieron en una discoteca de París en 1971 y el diseñador quedó totalmente prendado. Sin embargo, mantuvieron una relación alejada del sexo. "Quise infinitamente a este chico, pero nunca tuve contacto físico con él. Por supuesto, me sedujo su atractivo físico", aseguró Karl Lagerfeld en el libro del que fuese su pareja.
Mantenían una relación abierta: al alemán no le interesaba el sexo y a Jacques le interesaba demasiado. Tanto es así que Lagerfeld llegó a ejercer el papel de voyeur que se divertía sin participar. De hecho, el aristócrata llegó a encontrar el amor en otro de los grandes diseñadores más relevantes: Yves Saint Laurent. Una relación que no duró demasiado por el complejo triángulo amoroso que escandalizó a muchos y que quisieron ver en esta historia un interés mayor.
El denominado dandy parisino dio positivo en la prueba del sida en 1984 y terminaría falleciendo el 3 de septiembre de 1989. Sus cenizas fueron divididas y Karl Lagerfeld recibió la mitad. Antes de su muerte, pidió que cuando llegase el momento las suyas fuesen mezcladas con las de la persona que más amó.
El káiser de la moda tardaría casi 20 años en encontrar a la persona que le acompañaría hasta el final de sus días. Karl y Baptiste Giabiconi (34) se conocieron en junio de 2008 en una sesión fotográfica. A partir de entonces lo convirtió en su fuente de inspiración, le acompañaba a todas las citas y consiguió hacer de él un hombre conocido en el mundo del modelaje. "A menudo, nos abrazábamos. Fue una relación filial, muy poderosa, con un amor que no podíamos describir", explicó el modelo en el libro que publicó un año después de su muerte.
Aunque no dio muchos detalles de su relación, sí que confirmó que su relación había cambiado meses antes de su fallecimiento. El joven dejó atrás París y se emancipó a Londres. "No sabía que estos meses eran los últimos, que el único reloj que Karl no podía controlar había comenzado. El tiempo se acababa", reconoció.
De hecho, Baptiste fue nombrado como uno de los siete herederos de la gran fortuna del diseñador alemán. Han pasado más de cinco años desde su fallecimiento y todavía continúa siendo un misterio qué es lo que ha ocurrido con su millonaria fortuna. No se conoce la cifra a la que asciende ni cuando comenzará el reparto de su legado.