En abril de 2023 salía al mercado inmobiliario mallorquín una propiedad con gran valor histórico. Se trata del chalé de Deyá en el que vivió el escritor Gabriel García Márquez. El año pasado, la propiedad colgaba el cartel de se vende por 1.190.000 euros. Una cifra que se ha visto modificada 12 meses después, presumiblemente ante la falta de comprador.
Según ha comprobado EL ESPAÑOL, la casa sigue en venta, pero por 975.000 euros. Es decir, 215.000 euros menos que su precio inicial. La propiedad se encuentra en Deyá, localidad situada en la comarca de la Sierra de Tramontana y uno de los pueblos españoles con más encanto.
La vivienda, en concreto, está situada a unos pasos de la plaza de la iglesia, muy cerca del centro del pueblo y en una zona de completo relax. Tiene 167 metros cuadrados que se distribuyen en tres plantas.
La vivienda cuenta con tres dormitorios, dos baños, una cocina rústica con chimenea, un salón y una buhardilla con una gran sala-estudio. También tiene una amplia terraza con pavimento de barro e impresionantes vistas a la Sierra de la Tramontana.
Además, cruzando la calle peatonal, la vivienda posee un pequeño jardín con una casita de invitados que puede ser ampliada. "Durante muchos años ha sido el hogar de artistas y escritores, entre ellos el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez", recuerdan desde el portal inmobiliario en la que se vende.
El periodista colombiano vivió ocho años en Barcelona y encontró en Mallorca un refugio temporal y una fuente de inspiración. Según medios locales, fue en la casa de la isla balear -a la venta desde hace un año- donde García Márquez reescribió su famosa novela El otoño del patriarca, una fábula sobre la soledad del poder que se desarrolla en un país ficticio a orillas del Mar Caribe.
Pese a su atractivo histórico, aunado a las impresionantes vistas de gran parte de sus estancias, esta típica propiedad mallorquina no consigue comprador. Presumiblemente por un 'requisito' que condicionaría a los interesados. "La casa, aunque está en buen estado de conservación, necesita ser modernizada", aseguran desde la inmobiliaria. La propiedad requiere de una reforma que aumentaría el presupuesto de sus interesados. Al margen del precio que piden sus propietarios, habría que sumar la cantidad que se establezca por su renovación.
La reforma sería sobre todo en el interior, decorada con un estilo antiguo en el que predomina la madera. La fachada de la vivienda sigue la misma línea de las típicas casas mallorquinas: arquitectura austera, rústica y de piedra seca. La casa está rodeada de vegetación, lo que aporta una sensación de calma y relax.
La entrada principal de la vivienda en la que pasó algún verano Gabriel García Márquez desemboca en el salón-comedor, con una mesa redonda en el centro y varios muebles y butacas alrededor. Se aleja de una estética minimalista y tiene una escalera que lleva hasta la segunda planta.
En el primer piso también se encuentra la cocina, con chimenea y decorada con un sinfín de elementos antiguos que denotan que es una vivienda histórica. Cuenta con una ventana con vistas a la montaña y que permite la entrada de luz.
Los dormitorios incluyen lo esencial -cama, mesilla, cómoda y armario- y siguen la misma estética rústica y antigua que el resto de la vivienda. El estudio abuhardillado se ha convertido en una especie de despacho con escritorio y un sillón para descansar. Bien pudo haber sido el espacio en el que Gabriel García Márquez escribió El otoño del patriarca. Lo que se ve a través de las ventanas de este refugio resulta inspirador.