Britney Spears (41 años) está enfrentándose a uno de los momentos más duros de su vida. Y es que este pasado miércoles, 16 de agosto, saltaba la inesperada noticia de que la artista y su pareja, Sam Asghari (29), ponían fin a su relación después de siete años de romance y 14 meses de matrimonio.
TMZ y People han sido los medios que han dado a conocer el bombazo, asegurando que uno de los motivos por los que se divorcian radica en "peleas físicas" por parte de la diva pop hasta tal punto en el que "Sam no dormía mucho en la casa" y que Britney "creaba peleas que incluían gritos frecuentes".
La intérprete de Womanizer todavía no se ha pronunciado al respecto, pero Sam sí que lo ha hecho y ha roto su silencio a través de las redes sociales este viernes 18 de agosto. "Después de seis años de amor y compromiso, el uno con el otro, mi esposa y yo hemos decidido poner fin a nuestro viaje juntos", comienza el modelo iraní.
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"Nos aferraremos al amor y al respeto que nos tenemos y le deseo lo mejor siempre. Estas mierdas pasan. Pedir privacidad resulta ridículo, así que solo pediré a todos, incluidos los medios de comunicación, que sean amables y considerados", sentencia.
Pese a este mensaje, en el que el joven trata de transmitir que la pareja ha terminado en buenos términos, TMZ desvela justo lo contrario y la razón de peso por la cual podría haber solicitado el divorcio Sam: una infidelidad por parte de la icono mundial.
Fuentes cercanas al medio apuntaban: "Sam Asghari ha dicho que Britney Spears lo engañó con un miembro del personal de su casa y que también se involucró en otras conductas sexuales inapropiadas".
También que su futura exmujer le pidió "al menos a un miembro del personal que la grabara un video desnuda" y que "hay imágenes de Britney y el miembro del personal juntos en una posición comprometedora".
Finalmente, el entorno cercano al matrimonio confiesa que la cantante "está en un estado frágil e hipersexualizado, y eso ha contribuido a que tome decisiones peligrosas, convirtiéndola en un riesgo para su propia seguridad". Mientras, Sam ha servido como "apoyo" para ella durante "mucho tiempo", pero que su conducta ya "fue demasiado".
Uno de los momentos en los que el actor ha ayudado a Britney es, sin duda, durante el proceso de liberación de la tutela de su padre, James Spears (71). Ella pudo ser "libre" el 12 de noviembre de 2021, después de 13 años bajo la tutela legal de James sobre su persona y patrimonio, valorados en 60 millones de dólares.
"Lo que sigue ahora para Britney, y esta es la primera vez que se puede decir esto en aproximadamente una década, depende de una sola persona: Britney", decía Mathew Rosengart, su abogado a la salida de la Corte Superior de Los Ángeles ese día.