Es la estrella del momento. La más esperada en las alfombras rosas. La Barbie. Margot Robbie (33 años) se ha convertido en el personaje insigne de Mattel, la muñeca de muchas niñas, pero no precisamente la de ella. La australiana da vida a una figura emblemática que nunca estuvo en su caja de juguetes -aunque sí jugó con ella- por los problemas económicos que atravesaba su familia.
"No recuerdo haber tenido mis propias Barbies, pero mi prima tenía una caja de ellas. Todas eran sus Barbies. Les cortábamos el pelo y hacíamos todas esas cosas", ha contado Margot Robbie en varias entrevistas promocionales previo al estreno de la película.
La intérprete vivió una infancia muy dura y humilde, marcada por el abandono de su padre. Él, Doug Robbie, magnate de la caña de azúcar, se separó de la madre de la actriz cuando Margot apenas tenía cinco años, dejándola sola junto a sus tres hijos.
Desde muy joven, la intérprete australiana decidió compaginar sus estudios con algunos trabajos temporales para ayudar con la economía de su casa. A la vez que se formaba en el teatro, vendía artículos de surf, limpiaba casas o trabajaba de cajera en Subway. Fue en este último empleo, de hecho, cuando la descubrió un director de cine independiente y la invitó a formar parte de una película de bajo presupuesto.
Aquella oportunidad fue sólo la puerta de entrada a una carrera de éxitos que incluye, entre otros tantos, su trabajo en la serie de televisión australiana Neighbours. A raíz de este trabajo aumentó su popularidad y en 2011 se mudó a Estados Unidos en busca de nuevos proyectos.
Alcanzó la fama en 2013 con el Lobo de Wall Street, película que protagonizó junto a Leonardo Di Caprio (48), y ahora, con el live action de Barbie vive su mejor momento profesional. No hay país, ni medio de comunicación, ni marca, ni profesional del marketing que no hablen de la mítica muñeca de Mattel que hoy es representada por Margot Robbie.
La australiana jamás pensó que viviría este momento, ya que como ella misma confesó en una entrevista con Vogue, "ni soñaba con ser Barbie, ni nada por el estilo". "Esto va a sonar estúpido, pero realmente ni siquiera pensé en jugar a Barbie hasta años después de desarrollar el proyecto", reveló.
Y es que, a pesar de haber ganado alrededor de 40 millones de dólares -según Celebrity Nertworth- en sus últimos años de carrera, Margot Robbie no olvida sus orígenes humildes y ha seguido una vida discreta y sencilla.
Cuando todavía no había dado el salto a Hollywood, su madre, Sarie Kessler, compró una propiedad de cuatro habitaciones en el noreste de Australia que terminó pagando Margot Robbie tras su éxito en El lobo de Wall Street. En 2014, como regalo por su 60 cumpleaños, la actriz pagó la hipoteca completa de su progenitora.
En esa época, Margot Robbie vivía en una casa compartida en Londres, en la que siete personas se distribuían en cuatro habitaciones. Entonces conoció a su actual esposo, el productor Tom Ackerley, mientras grababa una de sus películas y, en lugar de mudarse a un espacio más amplio y cómodo, decidieron permanecer en su humilde piso hasta 2016.
"Fueron nuestros compañeros de piso quienes nos dijeron 'Estáis casados. Ahora tenéis que vivir solos'. Sinceramente, no se nos había ocurrido", confesó la actriz en una charla con The Guardian. "No gasto mucho dinero. De hecho, me pone muy ansiosa la idea de hacerlo. 'Me parece una locura gastar una gran cantidad de dinero en cosas que no necesitas. Soy bastante sencilla", incidía en otra conversación Margot Robbie, la Barbie de carne y hueso que llegará a los cines de todo el mundo el próximo 20 de julio de la mano de Ryan Golsing (42), quien da vida a Ken.