Escribir un artículo que despliegue una lista de "mejores" y "peores" vestidos de un evento determinado no deja de ser un compendio de opiniones subjetivas a tenor del gusto de cada cual. En este caso, sin embargo, no hay excusa. La revista Vogue, con su cabeza pensante al frente, Anna Wintour (73 años), plantea una exposición anual con una temática y un dresscode que deben respetarse a rajatabla dentro de los clásicos parámetros marcados por las tendencias..

El objetivo de esta gala, celebrada en el Museo Metropolitan de Nueva York, no es otro que el de recaudar beneficios para el mantenimiento del propio espacio cultural. En sus últimas cinco ediciones -cabe recordar que hubo un parón a causa de la Covid- se han conseguido hasta 70 millones de dólares. El pistoletazo de salida y arranque de la exposición de este año, que tendrá lugar este lunes 1 de mayo, versa en torno a la enorme figura de Karl Lagerfeld, fallecido en 2019 a los 85 años y que dedicó toda su vida a la moda.

Bajo el título, Lagerfeld: A Life of Beauty, destacará la metodología del trabajo del diseñador a través 150 de las piezas más icónicas de su carrera con unos bocetos realizados por él. Unos diseños que "subrayan su complejo proceso creativo y las relaciones de colaboración con sus estrenos o costureras principales. Las líneas fluidas de Lagerfeld unieron sus diseños para Balmain, Patou, Chloé, Fendi, Chanel y su marca homónima, Karl Lagerfeld, creando un cuerpo de trabajo diverso y prolífico sin precedentes en la historia de la moda". Con motivo de la Met Ball Gala, EL ESPAÑOL hace un repaso a través de las celebs mejor y peor vestidas de su historia.

[Karl Lagerfeld contacta con Adara Molinero para utilizar su imagen: los detalles de la sorprendente historia]

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    Cher, 1974 (Acierto)

    Es, sencillamente, uno de los looks más icónicos de la historia de la moda. La siempre rompedora Cher (76) ponía un tacón en la alfombra roja del Museo Metropolitan de Nueva York de la mano de su diseñador de referencia, Bob Mackie. Esta exitosa unión dura hasta estos días, pues Mackie fue el encargado de diseñar el vestuario del primer musical de Broadway en honor a Cher.

    Para aquella ocasión optó por un gown de plumas y transparencias que tal y como hemos podido observar en la última década, diseñadores como Riccardo Tisci (48) para Givenchy, Roberto Cavalli (82) para su propia firma o Hervé Moreau (46) para Pronovias han reinterpretado de forma magistral. 
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    Diana de Gales, 1996 (Acierto)

    Icono de estilo y princesa eterna. Diana de Gales aceptó la invitación a la tradicional gala del Metropolitan de Nueva York en el año 1996. Vestida de John Galliano (62) para Christian Dior (pese a que el británico aún no era oficialmente el director creativo de la casa francesa). El collar de perlas elegido con el zafiro en el centro, uno de los favoritos de Diana, levantó ampollas.

    Se trataba de un regalo de bodas de parte de la abuela de su exmarido, la reina madre Isabel Bowes-Lyon de Inglaterra, pieza que siguió utilizando después de su divorcio con Carlos de Inglaterra (74). La presencia de Lady Di marcó un antes y un después en uno de los eventos de moda más importantes del año. En la siguiente edición hubo quien homenajeó a Diana, que ya había muerto de forma trágica en el parisino Puente del Alma. 
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    Sarah Jessica Parker, 2005 (Acierto)

    En la gala de 2005 se vivió un histórico que, cinco años después, con la muerte de Lee McQueen, cobraría aún más sentido. Tradicionalmente, cada celebrity selecciona un diseñador para que la vista, y por ende, la acompañe a cenar.

    Aquel año, Sarah Jessica Parker (58) y Alexander McQueen firmaron un pacto de perfecto tándem en honor a la exposición Tradition and Transgression in British Fashion (Tradición y Transgresión en la moda británica) con el que alcanzaron el éxito de la crítica. En febrero de 2010, Alexander McQueen decidió quitarse la vida.

    El genio creativo apareció muerto en su casa de Londres un día antes del funeral de su madre. Sarah Jessica Parker repitió McQueen en 2011, apenas meses después de la desaparición de su diseñador favorito y gran amigo. 
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    Beyoncé, 2015 (Acierto)

    Una revisión y una reinterpretación de la transparencia de la mano de Riccardo Tisci mientras se encontraba al frente de Givenchy. Este inolvidable vestido de alta costura llevaba uno a uno bordados cientos de gemas y cristales multicolor ubicados estratégicamente alrededor del cuerpo de Beyoncé (41).

    El entonces estilista (y todavía mejor amigo) de la reina de la música, Ty Hunter, fue el encargado de recolocarr segundo a segundo y foto a foto el vestido de la musa de Tisci durante toda la noche. Según su estilista capilar, Neal Farinah, la idea de la cola de caballo se le ocurrió a Beyoncé en el ascensor camino a la limusina.

    "No estaba preparado, no formaba parte del estilismo pero ella quiso cambiarlo a última hora. '¿Me harías ahora mismo una cola de caballo?', me preguntó". El percance de la ponytail hizo que Beyoncé llegase la última a la convocatoria. Desde entonces, y como tradición, sigue haciéndolo. Todos lo saben. Como anécdota, en 2017 hubo fotógrafos que la esperaron hasta tres horas. Jamás apareció. 
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    Rihanna, 2018 (Acierto)

    Rihanna ha sido, a lo largo de la historia de la gala MET, una de sus grandes protagonistas. En 2018, con la temática de Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination, la reina de Barbados acudió con este diseño de la colección Artisanal (Alta Costura) de Maison Margiela y una mitra que emulaba al del Papa diseñado por Stephen Jones. En su caso, Papisa. El cuerpo del outfit, una obra de arte, un espectáculo visual, estaba diseñado por John Galliano, los zapatos eran de Louboutin y el bolso, de Judith Leiber.
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    Kim Kardashian, 2022 (Error)

    A pesar de la iconicidad que esconde este 'look' -el vestido original con el que Marilyn Monroe le cantó 'Happy Birthday' al presidente John F. Kennedy-, lo de Kim Kardashian fue un absoluto error en todos los sentidos. Por sus deseos y su capricho: o llevaba esta pieza o no iba a la gala. Este vestido está expuesto en el Museo Ripley de Los Ángeles y tiene más de 60 años de historia. Es ultradelicado, plagado de cristales y su valor es incalculable.

    El pacto fue claro: lo podía utilizar, pero sólo para la 'red carpet'. Una vez llegase al 'top' de las escaleras, se lo quitaría y se pondría una réplica. Pese a ello, Kim Kardashian tuvo que llevar una estola de pelo blanco con la que tapar que el vestido no le cerraba, pese a los siete kilos que perdió en tiempo récord para poder entrar en él. Consecuencias de llevar prótesis en las nalgas. Todo un completo error.
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    Lady Gaga, 2015 (Error)

    Lady Gaga (38) es el claro ejemplo de tirar de moda hasta el exceso. El análisis, el estudio y la interpretación del homenaje a China a través del cristal de 2015 fue tomada por la artista al pie de la letra. Y así como en Rihanna de Guo Pei quedó elegante, excelsa y luxury, el resultado en la neoyorquina resultó el efecto absolutamente contrario. 

    Con Alexander Wang (39) al frente de Balenciaga, Gaga confió en un vestido-kimono imposible. Abullonado de manga, bajo, abrigo-capa de redecilla y plumas negras, cuñas imposibles y cejas producidas. Lo tenía todo para ir bien, pero acabó yendo así.

    El tocado metálico, eso sí, toda una obra de arte. 15 años han pasado desde que Lady Gaga llegó a nuestras vidas de una forma apabullante. Su estela parece que se acaba, pero su huella en la moda permanecerá siempre. ¿Resurgirá de sus cenizas este lunes en su hometown, Nueva York?
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    Solange Knowles, 2017 (Error)

    El tándem Knowles (Beyoncé y Solange) son complementarias en un sinfín de cosas. Así como Queen Bey lo ha conseguido todo (y más) en la música hasta el límite de convertirse ya en una leyenda, Solange (36) encontró el talón de Aquiles de su hermana mayor y exprimió lo único en lo que podía ser mejor que ella.

    La benjamina de las Knowles es una fashion icon, pero esta vez no. Así como de 2014 a 2017, SoLo ha dado brutales lecciones moda (incluso golpeando a su cuñado en un ascensor en presencia de Beyoncé), esta edición no fue la suya. 
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    Madonna, 2017 (Error)

    Madonna (64) no tiene nada que demostrar a nadie. Un icono de controversia, de irreverencia, una estrella de la música y una precursora de moda durante más de cuatro décadas. No obstante, no se puede vivir constantemente de la renta. En un resbalón estilístico, Madonna seleccionó a su amigo Jeremy Scott (47), quien fuera director creativo de Moschino, para que diseñase el vestido con el que aportaría su granito de arena a la exposición dedicada a Rei Kawakubo, alma mater de Comme des Garçons, en la gala celebrada en 2017.

    ¿No habría sido más sencillo unos volúmenes típicos de la firma japonesa? La relación entre el diseñador americano y la ambición rubia va mucho más allá de una simple amistad. No solo ha formado parte activa de sus 'looks' más controvertidos sino que también la ha vestido para algunos de sus vídeos como 'Bitch, I'm Madonna'. 
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    Kristen Steward, 2012 (Error)

    No habrá Balenciaga para Kristen. Cuando un director creativo se encapricha de una estrella del cine o a música y la admiración o el objetivo de negocio es recíproco, a veces da como resultado la foto que se adjunta. Wang la sedujo y Stewart (33), en aquel momento en la cresta de la ola de su carrera por la saga 'Crepúsculo', se dejó querer. La conclusión: un desastre. Lo que los americanos habrían llamado a mess.

    Desde entonces, para su suerte (y la de todos), con su carrera en ascenso, el Káiser de la moda, Karl Lagerfeld, la acogió entre sus brazos y la elevó al paraíso de lo fashion. Hoy, Kristen Stewart es embajadora, imagen y una cara habitual de la firma Chanel. Ahora sí, Kristen, con la temática de este año: es tu momento.
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