Cher (76 años) busca deshacerse de su impresionante villa en Malibú, digna de un personaje leyenda, como es su caso. La cantante la puso en venta hace unos meses, pero ahora ha bajado su precio hasta alcanzar los 75 millones de dólares (casi 69 millones de euros).

Se trata de una impresionante mansión de más de 1.200 metros cuadrados que destaca por su arquitectura morisca, muy presente en históricos enclaves como La Alhambra en España. Cuenta con siete dormitorios, nueve baños y un sinfín de espacios destinados a la práctica de diferentes actividades recreativas. 

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Está rodeado de palmeras canarias y tiene impresionantes vistas al Océano Pacífico que dan la sensación de estar en un oasis de paz y tranquilidad. 

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    Entrada principal

    Sólo hay que detenerse frente a la entrada principal de la villa para confirmar se trata de una impresionante propiedad, en medio de un oasis de calma y tranquilidad, rodeado de cuarenta palmeras canarias que le aportan un aire tropical. La casa de Cher está situada en Malibú, cuenta con 1.200 metros cuadrados y tiene impresionantes vistas a la costa. 
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    Inspirada en La Alhambra

    La villa se terminó de construir en 1999, 10 años después de que la comprara Cher. En sus espacios se utilizó piedra caliza y mármol importados de Italia y Francia, así como puertas de bronce hechas a mano y azulejos personalizados de España y Marruecos. Está inspirada en las grandes residencias del sur de Europa, incluidos los palacios de Venecia y el palacio de la Alhambra de estilo morisco.
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    Salón

    Dentro de la casa hay varios salones de estar que guardan la misma estética morisca del exterior de la villa. La paleta de colores va entre los marrones, beige y blancos y entre los elementos decorativos sobresalen figuras budistas. Éste, en concreto, está rodeado de ventanales con vistas al Océano Pacífico. 
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    Comedor

    Para acceder al comedor se han dispuesto varios arcos apuntados que siguen la estética morisca de la vivienda. Los colores con los mismos que en el resto de estancias y no hay mayor decoración. El espacio destaca por su amplitud y comodidad, con el fin de reunir a varios comensales. 
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    Dormitorio principal

    La villa cuenta con siete dormitorios: una suite principal y otros seis de gran tamaño. Cada uno cuenta con una sala de estar externa y su propio baño. La más destacada de la casa, destinada al propietario, presenta el mismo oasis de calma y tranquilidad que las otras estancias. No faltan los detalles de inspiración morisca ni los elementos naturales que potencian tan placentera sensación. 
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    Piscina infinita

    Una de las áreas más atractivas de la casa es su piscina infinita con vistas al Océano Pacífico. Se ubica en una de las terrazas de la villa a la que se accede desde diferentes puntos. A su alrededor se distribuyen varias butacas, situado bajo techo, para aquellos momentos de relax en los que el propietario y sus invitados no quieren exponerse al sol. Su entorno natural y sus palmeras de origen canario potencian el aire playero de este espacio. 
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    Pista de tenis

    La pista de tenis es otra de las áreas recreativas de la residencia. Está en el exterior de la villa y permanece 'custodiada' por el impresionante portón de entrada. Como actividades deportivas, la mansión de Cher también cuenta con un gimnasio completamente equipado. 
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    Decoración morisca

    Todas las estancias han sido decoradas con un estilo morisco que guardan la misma estética. En cada espacio se han empleado los mismos colores y elementos que forman parte este tipo de arquitectura, predominante en diferentes ciudades de España y Portugal. 
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    Ventanales arqueados

    Los ventanales arqueados son muy típicos de la arquitectura morisca y por ello no podían faltar en las estancias más emblemáticas de la casa de Cher. Muchos de ellos dan al jardín, a la piscina infinita y al Océano Pacífico. Además de dar una sensación de estar en una propiedad histórica, permiten la entrada de luz. 
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    Vistas al mar

    Al estar construida en un acantilado, casi todas las estancias de la villa destacan por sus impresionantes vistas al Océano Pacífico. Un detalle que aporta paz y tranquilidad. 
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