El 9 de enero de 2019, Jeff Bezos (58 años) y su hasta entonces esposa, MacKenzie Scott (52), anunciaron su divorcio tras un cuarto de siglo juntos. Lo hacían público con un emotivo texto en el que dejaban claro que su distanciamiento no acabaría con su amistad: "Tras un largo periodo de exploración del amor y separación de prueba, hemos decidido divorciarnos y continuar nuestras vidas compartidas como amigos". Sin embargo, no ha ocurrido de igual modo en el segundo divorcio de la multimillonaria, que se ha dado a conocer este mismo miércoles, 28 de septiembre.
MacKenzie ha solicitado este lunes el fin de su matrimonio con Dan Jewett, aportando la documentación necesaria en el juzgado del estado de Washington. En este lugar, concretamente en la ciudad de Seattle, fue donde la empresaria y el profesor de química de secundaria se conocieron hace dos años.
Según ha apuntado The New York Times, en la información aportada por Scott se recoge que "la división de la propiedad se establecerá en un contrato de separación" que tanto ella como Jewett acuerden.
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Scott y Jewett demostraron tener mucho en común, y juntos se aliaron al proyecto The Giving Pledge, una asociación destinada a grandes riquezas, y en la que prometieron donar 50.000 millones de dólares a diversas organizaciones sin ánimo de lucro. Precisamente en esta página online se dio a conocer su matrimonio en marzo de 2021, cuando MacKenzie firmó en nombre de los dos esta generosa acción con la que donaría la mayor parte de su patrimonio a la beneficencia.
El sitio web de The Giving Pledge ha vuelto a ser crucial para conocer el nuevo estado civil de Scott. La multimillonaria ha eliminado por completo las menciones a Dan Jewett en su promesa caritativa. Además, la imagen de ambos juntos que aparecía hasta ahora al lado del texto rubricado por los dos ya no existe; en estos momentos se presenta una instantánea en la que la única protagonista es la empresaria. Ni rastro queda ya del profesor de ciencias.
Pese a que MacKenzie se convirtió a principios de 2019 en una de las mujeres más ricas y poderosas del mundo -tras su divorcio del presidente ejecutivo de Amazon-, siempre ha mantenido un perfil bajo y alejado del foco mediático. Esa faceta discreta es la que compartía con su hasta ahora marido, un profesor de un instituto privado volcado en las causas sociales.
Justamente son esos eventos benéficos la razón por la que la exmujer de Jeff Bezos suele aparecer muy puntualmente por Twitter y las redes sociales, para dar voz a causas que lo necesiten. Pero no es nada amiga de exponerse ni de usar con frecuencia las redes y mucho menos con fines de entretenimiento.
Tras su generosa promesa de donar 50.000 millones de dólares, ha cumplido ya con al menos la donación de 12.000 millones a cientos de proyectos solidarios, entre ellos, muchos destinados a organizaciones latinas.
Se estima que la fortuna actual de Scott es de 28.000 millones dólares -esto es, 29.000 millones de euros-. Tras finalizar su relación con Jeff Bezos, la empresaria se hizo propietaria del cuatro por ciento de las acciones de Amazon, lo que equivale a 36.600 millones de dólares.
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MacKenzie es autora de varias novelas, pero conoció a Bezos cuando ella le entrevistó para un puesto en una empresa de inversión de Wall Street. Tras ese primer encuentro, sufrieron un flechazo, quedaron para comer y solo tres meses después oficializaron su relación, y a los seis meses se comprometieron. Scott fue además la primera contable de Amazon, el proyecto que emprendieron juntos como matrimonio y que los ha convertido en dos de las mayores fortunas del planeta.