Whitney Henríquez, la hermana de Amber Heard (36 años), ha sido la última en declarar en el juicio que enfrenta la actriz con Johnny Depp (58). Este miércoles, 18 de mayo, ante la corte de Virginia, comentó que fue testigo de cómo el intérprete "golpeó repetidamente en la cara" de la modelo durante una discusión ocurrida en el ático de su entonces pareja en marzo de 2015.

De esta manera, Henríquez corroboró la versión de su hermana ante la corte de Fairfax, en Virginia, EE.UU., en la que se está resolviendo la demanda por difamación que Depp interpuso contra Heard.

Según el relato de Henríquez, aquel día la expareja mantuvo una fuerte discusión. Ambos se gritaron y, Johnny Depp, además de golpear a la modelo, también agredió a la que fuera su cuñada. "No le pegues a mi jodida hermana", expresó Whitney para defender a Amber. En su relato, Henríquez también añadió que el guardia de seguridad tuvo que separarlos mientras Depp las llamaba "malditas putas".

El protagonista de Piratas del Caribe se había pronunciado previamente durante este litigio sobre el "incidente de la escalera". En su versión, evitó hablar sobre si golpeó a las hermanas y afirmó que él fue la "verdadera víctima" de una agresión que le dejó la cara magullada. Posteriormente, Travis McGivern, el guardia de seguridad, dio un testimonio que coincidía con la narración de los hechos que proporcionó Depp.

Por su parte, Amber Heard ya declaró en este juicio que ese día golpeó a Depp para proteger a su hermana, pero que él la agarró por la parte posterior de la cabeza e impactó repetidamente contra su cara.

Este episodio fue analizado también en el anterior pleito por difamación que ya mantuvo la expareja en Reino Unido durante el año 2020. Entonces, Henríquez testificó lo mismo y el juez acabó dictaminando que Johnny Depp, en esa ocasión así como en muchas otras, agredió a Amber Heard.

Fue el pasado 11 de abril comenzó esta segunda batalla legal entre Johnny Depp y Amber Heard, por la que el actor la acusa de difamación y le exige una compensación de 50 millones de dólares por daños y perjuicios, debido a un artículo que ella publicó en el diario estadounidense The Washington Post en 2018, después de su divorcio. Allí, la modelo aseguraba haber sufrido "abuso doméstico" por parte del intérprete. 

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