El pasado 2 de mayo durante la Met Gala, Kim Kardashian (41 años) volvió a posar durante unos instantes con el que es uno de los vestidos más famosos del mundo. Un traje que perteneció a Marilyn Monroe y que lució por primera y única vez para cantar a John F. Kennedy el 'cumpleaños feliz' más imitado de la historia.
Este jueves 19 de mayo se cumplen sesenta años de ese día en el que la famosa actriz consiguió hacerse con todo el protagonismo de la cita. Un momento histórico que quedó para la posteridad gracias a varias grabaciones, en las que se puede ver a una sonriente Marilyn llegar al escenario con pasos cortos para, tras quitarse el abrigo de armiño blanco, acercarse al micrófono y entonar: "Happy birthday to you, happy birthday to you, happy birthday Mr. President, happy birthday to you".
Un momento para el que estuvo ensayando durante dos días seguidos y que sin saberlo se convertiría en una premonición de lo que pasaría tan solo tres meses después. Antes de su número, Peter Lawford, cuñado de Kennedy, la presentó como 'The late Marilyn Monroe', que se puede traducir tanto como "La impuntual Marilyn Monroe" o como "La difunta Marilyn Monroe".
Si bien en aquel momento las palabras del presentador pasaron desapercibidas, no lo hizo el look que llevaba. Marilyn quería convertirse en el centro de todas las miradas y encargó al diseñador Jean-Louis un vestido que fuera "piel y pedrería" que se fundiera con su cuerpo. Por eso, además de no llevar ropa interior, lo cosieron una vez que lo llevaba puesta. Sin duda, logró su objetivo pues la prensa de la época definió la pieza, de gasa beis y decorada con 2.500 cristales de Swarovski, como "la ilusión de la desnudez bordada con brillantes".
Así la pudieron ver las 15.000 personas que llenaron el Madison Square Garden de Nueva York aquel 19 de mayo de 1962. Pagaron entre 100 y 1.000 dólares para disfrutar de la velada en la que Kennedy celebró su 45 cumpleaños y en la que también actuaron Henry Fonda, Judy Garland o Ella Fitzgerald, entre otros.
La gran ausente fue la mujer del presidente, Jackie Kennedy, que al conocer la presencia de Marilyn decidió no ir a la fiesta de cumpleaños de su marido. El motivo sería la relación que había entre ambos, pues ya en ese momento era un secreto a voces que Marilyn y John mantenían una relación.
Pieza millonaria
En 1962, Marilyn Monroe pagó por él 12.000 dólares que después se quedaron pequeños frente a los 1,26 millones que desembolsó en 1999 el financiero Martin Zweig para hacerse con él. Sin embargo, la pieza cambió una vez más de manos y en 2016 fue vendida a la empresa Ripley's Believe It or Not! por 4,8 millones de dólares, lo que le convirtió en uno de los vestidos más caros de la historia.
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