La actriz y empresaria Gwyneth Paltrow (47 años) ha lanzado al mercado un producto cuya venta se ha agotado: una vela con fragancia floral que huele "como su vagina". Eso sí, pese a esto, los interesados en comprarla no deben desanimarse, ya que podrán encargarla pronto en la página de su compañía Goop. Según la página, los clientes podrán incluir su nombre en la lista de espera y serán notificados cuando el producto ya esté disponible.
Según la descripción de la vela Esto huele como mi vagina, que vende por 75 dólares, es de "un aroma divertido, hermoso, sexy y maravillosamente inesperado". Y se añade: "Esta vela está hecha con geranio, bergamota cítrica y cedro, yuxtapuestos con rosa de Damasco y semilla de Abelmosco que nos hace pensar en fantasía, seducción y un calor sofisticado".
El aroma floral estaba destinado a ser un perfume, para lo cual la actriz trabajaba con el perfumista Douglas Little, cuando esta aseguró lo que sigue: "Huy, esto huele como mi vagina". Así, terminó convirtiéndose en una vela, que se agotó en poco tiempo, como destaca el periódico New York Post.
Además de su faceta como actriz, Paltrow es conocida por su polémica faceta de "gurú" de estilo de vida que ahora quiere dar a conocer de primera mano al público en su último proyecto: The Goop Lab, una serie documental en Netflix que se estrenará el 24 de enero. Desde que en 2008 fundó su compañía Goop, en un principio un boletín con consejos sobre bienestar, evolucionó hasta convertirse en una empresa valorada en 250 millones de dólares (unos 225 millones de euros), según el periódico The New York Times, y en donde vende productos de moda, cosmética y libros, entre otros.
Su otra polémica
En enero de 2019 Paltrow se enfrentaba a una demanda millonaria por un accidente de esquí en 2016. Al parecer, la actriz y su entrenador estaban esquiando en Deer Valley Resort, en Park City (Utah), cuando golpearon por la espalda al doctor Terry Sanderson y no lo socorrieron, dejándolo en la ladera. Fruto del golpe, y siempre según la versión del médico, Sanderson tuvo que someterse a una cirugía cerebral y se rompió cuatro costillas, entre otras lesiones, según los documentos a los que tuvo acceso E! News.
Con estas lesiones, y ya que Paltrow no socorrió al doctor, la actriz habría incurrido en una negligencia. Según el Código de Responsabilidad del Esquiador, una ordenanza del condado de Summit, los esquiadores deben "detenerse de inmediato en la escena de tal colisión y entregar a cualquier persona lesionada en dicha colisión una asistencia razonable". Asimismo, la ordenanza requiere que los esquiadores involucrados en una colisión "den su nombre y dirección a un empleado del operador del área de esquí".
Sanderson y otro testigo afirmaron que la celebrity no llevó a cabo ninguna de estas actuaciones: "Paltrow se levantó, dio media vuelta y esquió, dejando a Sanderson aturdido, tumbado en la nieve, gravemente herido". Además, el médico aseguró que el instructor intentó "falsamente" acusarle de ser el causante del accidente. El instructor de Deer Valley, el responsable de enseñar a Paltrow a esquiar, supuestamente "completó y firmó un informe de incidente afirmando falsamente que Gwyneth Paltrow no causó el accidente a pesar de que (el instructor de esquí) no habría visto el accidente", según la queja. Por todo ello, Sanderson y su abogado alegaron que el valor de los daños supera los 3,1 millones de dólares (2,7 millones de euros).
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