Seguro que si imaginan a un hombre gordo y calvo nunca se les vendría a la cabeza Matthew McConaughey (47 años). Pero para su última película el actor tuvo que engordar 23 kilos y perder su pelo. Ahora, después de haber terminado el rodaje de Gold, en el que encarna a un empresario fracasado que se une a un geólogo para adentrarse en la jungla de Indonesia en busca de yacimientos de oro, ha logrado recuperar su figura gracias a una dieta que él mismo ha explicado en ET Canada. "Ayuné durante 10 días solo para poner en marcha mi cuerpo", aseguró McConaughey.
Esa es una de las razones por la que ha reaparecido, junto a su mujer Camila Alves (34) en el estreno de su nueva cinta, más guapo y atractivo que nunca. Con traje de pantalón y americana negro y camisa blanca el actor posó y se mostró de los más gracioso y sonriente con la prensa, a la que explicó que engordar para su "papel fue fácil y divertido comiendo hamburguesas y cervezas". Por el contrario adelgazar fue duro. Además de no ingerir nada a primera hora de la mañana, otro de los secretos del actor para recuperarse fue y es el deporte. El surf, montar en bici y correr son tres de sus aficiones preferidas. De hecho, la última la suele practicar junto a toda su familia.
Esta no es la primera vez que el actor sufre una transformación así en su cuerpo. De sobra es conocido que los papeles más alabados en Hollywood son precisamente aquellos en los que apenas se reconoce a la persona. En El club de los desahuciados, Matthew McConaughey tuvo que adelgazar casi 22 kilos para interpretar a Woodroof, un vaquero que contrae el Sida y al que comunican que solo le queda 30 días de vida. Durante toda la película el peso del actor fue de 63 kilos, menos en la parte del ingreso del hospital en la que bajó hasta los 61 para mostrar un aspecto desvalido. Su plan de adelgazamiento comenzó cuatro meses antes de que comenzara la grabación del film y estuvo en todo momento bajo la supervisión de un médico. El mundo del cine se puso a sus pies con su magnífica interpretación y consiguió hacerse con el Oscar.
Por exigencias también del guión tuvo que adelgazar 11 kilos para Requiem for a Dream, y ganar 27 kilos para interpretar al asesino Mark David Chapman en Chapter 27. Su cuerpo está, por tanto, más que acostumbrado a estos cambios drásticos de peso. Quién le iba a decir a él que se presentó al mundo como el guaperas de turno que se metería en la piel de este tipo de personajes, que le han encumbrado a lo más alto cinematográficamente hablando.
Su vida personal es tan brillante como la profesional. Cuenta que cuando vio por primera vez a su mujer en un club de Los Ángeles enseguida supo que sería el amor de su vida. "He estado esperando los últimos nueve años, es ella y nadie más", pensó. Y por el momento así es. La pareja que se dio el 'sí, quiero' en 2012 en una divertida boda texana tiene tres hijos y sigue tan enamorada como el primer día.