Publicada

El próximo 4 de diciembre el Palacio de Buckingham acogerá su última visita, al menos hasta el año 2027. El viaje de Estado del emir de Catar a Reino Unido marcará el fin de una larga historia hasta dentro de tres años, momento en el que está previsto que finalicen las costosas obras de reforma de la residencia oficial del rey Carlos III (76 años). 

Tal y como publicaba el Sunday Times el pasado domingo, 24 de noviembre, a partir de ese día, el rey Carlos III y la reina Camila (77) seguirán organizando algunas recepciones más pequeñas en el Palacio de Buckingham, en la Galería de Imágenes y otros salones de Estado, pero estas estancias también cerrarán durante 2025. Tras esta clausura oficial, tanto las cenas de gala como otros actos institucionales que normalmente ocurrían en Buckingham pasarán a tener lugar en el Castillo de Windsor, ubicado a más de media hora de distancia desde Londres. 

Además del reconocido Castillo -en el que fue enterrada la reina Isabel II-, las audiencias más frecuentes que la Familia Real británica suele celebrar en la Picture Gallery tendrán lugar en el Palacio de St. James, situado -al igual que Buckingham- en el centro de Londres. Aunque es una de las propiedades menos conocidas por el público, esta Institución cuenta con un gran valor histórico, pues es la residencia más antigua del actual monarca de Reino Unido

Vista general del Palacio de St. James. Gtres

El Palacio de Saint James es -con diferencia- la propiedad de la Corona británica más desconocida para la población de a pie. Sin embargo, guarda una intrahistoria muy peculiar, pues ha sido testigo directo de momentos muy importantes y renombrables que ya han quedado en el recuerdo de los británicos. 

El palacio fue construido entre 1531 y 1536 bajo la orden de Enrique VIII, en el lugar de un antiguo hospital de leprosos que estaba dedicado a Santiago el Menor. Fue elaborado principalmente con ladrillo rojo, apostando por una arquitectura al más puro estilo Tudor de la época. 

Durante su reinado, Enrique VIII quiso que el Palacio fuera su residencia principal más allá de sus deberes reales y residiría allí con su esposa de aquel entonces, Ana Bolena. Cuando se llevaron a cabo las reformas pertinentes, Enrique solicitó que sus iniciales se imprimieran en las chimeneas de todo el lugar. Desafortunadamente, cuando se completaron las obras, Ana ya había sido ejecutada. Por lo tanto, en el lado izquierdo de las chimeneas las iniciales dicen "HA", mientras que el lado derecho solo contiene la inicial "H".

El Palacio también ha sido testigo de muchos eventos trágicos, como la muerte de dos de los hijos de Enrique VIII, incluido su hijo ilegítimo Henry Fitzroy, quien vivió allí hasta 1536. Carlos II y Jacobo II nacieron y fueron bautizados en el palacio, al igual que María II, la reina Ana y James Francis Edward Stuart. María I e Isabel I pasaron muchas noches en el Palacio de St. James, y Carlos I pasó su última noche allí antes de ser ejecutado.

Carlos II restauró el Palacio al mismo tiempo que diseñaba el cercano parque de St. James y se convirtió en una residencia principal para el monarca, especialmente después de que el Palacio de Whitehall fuera destruido por un incendio. Fue en el año 1698 cuando Whitehall se derrumbó, por lo que el Palacio se convirtió en la residencia oficial de la monarquía británica. Esta tradición fue rota por la reina Victoria en 1837, cuando decidió mudarse al Palacio de Buckingham. Tres años después, en 1840, la reina Victoria volvió a visitar el palacio y se casó con el príncipe Alberto en la Capilla Real, siendo uno de los eventos más reconocidos en la historia del Palacio de St. James. 

Con el paso de los años y tras la decisión de la reina Victoria de mudarse a Buckingham, el Palacio de St. James fue perdiendo la importancia que había tenido años hasta mediados del siglo XIX. Sin embargo, volvió a adquirir relevancia ya que fue la residencia del actual rey de Inglaterra junto a la princesa Diana -Lady Di- antes de divorciarse en 1996, cuando se trasladó al Palacio de Kensigton. Además, su ataúd se conservó en la Capilla Real antes de su funeral.

Los príncipes de Gales junto al príncipe George, días después de su bautizo. Gtres

En la misma Capilla Real donde la reina Victoria y el príncipe Alberto contrajeron matrimonio, tuvo lugar en el año 2013 el bautizo del príncipe George (11), el vástago mayor -y en algún momento rey de Inglaterra- de los príncipes de Gales, Guillermo (42) y Kate Middleton (42). Apenas tres meses después de su nacimiento, fue bautizado el 23 de octubre en la pequeña Capilla Real del Palacio de St. James por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby -envuelto en un caso de abusos sexuales a 130 niños- ante una congregación de 22 personas.

Unos años más tarde, tras el deceso de la reina Isabel II, el Palacio de St. James fue el lugar escogido por la Familia Real británica para dar paso al reinado de Carlos III. Desde el balcón del Friary Court del Palacio de St. James, a través de un funcionario conocido como el Rey de Armas Principal de la Jarretera, se inauguró una nueva era para la Casa Real británica.

En la actualidad, el Palacio de St. James sigue siendo una vivienda real en activo y suele ser el lugar de recepciones y eventos oficiales. También sirve como residencia en Londres para varios miembros de la Familia Real y sigue siendo la residencia oficial de la Corte, con embajadores y diplomáticos acreditados en 'La Corte de St. James'.

Carlos III y la princesa Ana en el funeral de Isabel II. Gtres

De hecho, es la vivienda londinense de la princesa Ana (74), que utiliza cuando está en la capital para asistir a compromisos oficiales. Asimismo, la princesa Eugenia (34) y la princesa Beatriz (36) tenían una residencia en el Palacio de St. James en Londres antes de mudarse a vivir con sus respectivos esposos, Jack Brooksbank y Edoardo Mapelli Mozzi. Las hermanas habían vivido juntas en el apartamento de cuatro habitaciones durante varios años, inicialmente sin pagar alquiler.

A pesar de las reformas, no será necesario trasladar los aposentos de Carlos II y Camilla. De hecho, son varios los medios que, como Sunday Times, apuntan que su deseo es seguir residiendo como hasta ahora en Clarence House, su hogar desde que se casaron, situado justo al lado del Palacio de Saint James, y no moverse hasta Buckingham.