Marius Borg (27 años) continúa siendo el protagonista indiscutible de las noticias sobre realeza desde hace ya más de dos meses, cuando se conoció su detención tras un episodio de agresiones a su entonces pareja. Desde aquel momento las informaciones no han dejado de sucederse.
El escenario futuro para el primogénito de Mette-Marit (51) pinta cada vez más negro y ya empieza a salpicar a la reputación de los miembros de la Familia Real noruega. Por el momento, hay un silencio sospechoso en torno al caso mediático que ya han denunciado tres víctimas.
Este lunes, 28 de octubre, se ha conocido una nueva información que afecta directamente a la princesa y que no podrá esquivar. Tal y como ha explicado Julian Snekkestad, el abogado de una de las denunciantes, la futura reina del país tendrá que declarar ante las autoridades por el caso de su hijo. Al menos, se le ha enviado una petición formal.
"He enviado a la comisaría de policía de Oslo una solicitud formal para cita a la princesa heredera Mette-Marit para un interrogatorio", explica el letrado al periódico Aftenposten. Y añade: "Sería antinatura si ella no respondiera a las preguntas de la policía".
Con el paso de las semanas se van conociendo nuevas informaciones que no dejan en un buen lugar ni al protagonista de los hechos ni a su familia, la cual ha sido señalada por permitirle hacer y deshacer a su antojo.
Pese a todo, Mette-Marit ha estado manteniendo un perfil bajo en estos últimos meses para evitar exponerse en exceso a los medios de comunicación. Esta decisión llega en el peor momento para ella, que se ha visto obligada a cancelar sus compromisos de la agenda oficial por sus problemas de salud.
También se ha conocido cuál ha sido la primera medida que el matrimonio real ha tomado para controlar al joven. A Marius Borg se le ha prohibido el acceso a Skaugum, la residencia oficial de Haakon de Noruega y la Princesa, y donde han sucedido algunos de los episodios más controvertidos de sus andaduras nocturnas.
Medios noruegos han relatado cómo el joven organizaba fiestas sin permiso en la casa. Se hicieron públicos vídeos grabados en el interior del palacio. Al parecer, los amigos habrían robado objetos valiosos que pertenecen a la Familia Real y que después fueron puestos a la venta en subastas privadas e ilegales.
Unas reuniones que incluían el consumo de alcohol y drogas. Fue él mismo quien se encargó de confirmar que su madre era conocedora de las amistas con las que pasaba sus días y también que consumía sustancias ilegales. Una confesión que enfadó a los noruegos por la impunidad con la que ha actuado.
Cabe recordar que aunque Marius Borg no pertenece de manera oficial a la Familia Real noruega, desde pequeño se ha criado como uno más. Es fruto de una relación de adolescente previa de la Princesa, a quien su pareja abandonó estando embarazada de Marius.