Carlos III (75 años) y Camila (77) ya se encuentran en Australia. A primera hora de este viernes, 18 de octubre, los monarcas británicos aterrizaban en Sídney después de un largo viaje de 33 horas. Un viaje que ha estado en duda hasta el último momento por el delicado diagnóstico del Rey.
Finalmente, y con el beneplácito de sus médicos, se decidió que este viaje oficial continuaba en marcha, aunque con algunos pequeños matices y cambios. Se puede decir que ha sido el Annus horribilis del corto reinado del primogénito de la fallecida Isabel II, pero parece que en estos últimos meses del año están empezando a recuperar la normalidad.
El objetivo de los Windsor es dar una imagen de estabilidad y de unidad frente a las adversidades. Y para ello, Carlos III tiene que ejercer el rol para el que se ha estado preparando toda la vida. Desde su ascenso al trono británico, hace ya más de dos años, el monarca tenía un compromiso pendiente: viajar a Australia como jefe de la Commonwealth.
A pesar de que los monarcas ya se encuentran en el país, no será hasta el próximo domingo cuando comiencen de manera oficial con la agenda que tienen programada. Una visita que se ha acortado por deseo del equipo médico que atiende a Carlos III, que ha aceptado suspender su tratamiento contra el cáncer durante 11 días. Pese a esta pausa, han puesto condiciones para aceptar este cambio: un viaje más corto de lo previsto, la presencia de un médico a bordo y bolsas de sangre en el propio avión.
Los monarcas visitarán dos países: Australia y Samoa. Pese a que inicialmente estaba entre los planes trasladarse también a Nueva Zelanda, el lugar ha quedado fuera de la agenda por esta necesidad de acortar el tiempo lejos de Londres. La visita oficial en Sídney comenzará este domingo y concluirá el miércoles. Después se trasladarán a Samoa para la reunión de jefes de Gobierno de la Commonwealth. Está previsto que el regreso a Reino Unido sea el próximo viernes, 26 de octubre.
Medios británicos han dado más detalles de cómo será el despliegue médico en estos siete días de viaje oficial. Aseguran que se ha contratado a dos médicos para que hagan guardias las 24 horas del día, estén pendiente de su salud y sepan cuáles son los hospitales más cercanos en caso de necesidad. Cuentan con un desfibrilador portátil y medicamentos de urgencia en caso de necesidad.
En cuanto a los compromisos que le esperan a Carlos III y Camila en el destino, estos se dividen en dos: políticos y sociales. Serán recibidos por el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, visitarán el Parlamento y se reunirán con líderes políticos. Además, tienen programada una revisión de la flota de la Marina Real Australiana y disfrutarán de una barbacoa con miembros de la comunidad.
El lunes por la mañana visitarán el Memorial Por Nuestro país, donde rendirán homenaje a los caídos. Una de las citas obligatorias es la visita a la Ópera de Sídney, que estos días se vestirá de gala con la proyección de imágenes de las anteriores visitas tanto del monarca como de la difunta Isabel II.
El rey siempre ha demostrado su compromiso con la sostenibilidad y su preocupación por el medioambiente. Como no podía ser de otro modo, esto va a tener mucha relevancia en este viaje. La pareja real recorrerá los Jardines Botánicos Nacionales en Camberra y se reunirá con científicos del CSIRO (Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth) que investiga el impacto de los incendios forestales y la resiliencia del medioambiente.
Aprovechando la visita, también se reunirá con dos profesores australianos que se encuentran estudiando todo lo que tiene que ver con el melanoma, uno de los cánceres más comunes en Australia. Por su parte, la reina Camila continuará con la concienciación sobre la violencia doméstica y familiar.
Después de concluir su visita en Australia, tomarán de nuevo el avión a Samoa, donde serán recibidos con la ceremonia Ava Fa'atupu. Aquí se reunirán con los locales para destacar los aspectos de las tradiciones y la cultura del país. Cabe recordar que este pequeño estado insultar sólo ha recibido en dos ocasiones a royals, pese a formar parte de la Commonwealth: Isabel II y el duque de Edimburgo, en 1977; el príncipe Andrés (64), en 1998.