El pasado 23 de septiembre, Juan Carlos I (86 años) regresaba a España solo unas semanas después de hacerlo por última vez. En esta ocasión, el destino era diferente y su estancia mucho mayor. Nada es igual desde que su avión, procedente de Vitoria, aterrizó en el aeropuerto de Vigo hace ya casi dos semanas.
Un día después de su llegada a España, se conoció la información de que el Emérito iba a publicar su biografía, Reconciliación, junto a una editorial francesa. Pero no quedaría aquí. Fue el 25 de septiembre cuando todo estallaría con la publicación de las primeras imágenes del exmonarca con Bárbara Rey (74).
Desde entonces, se han ido sabiendo nuevos detalles que han originado un tsunami mediático sin precedentes. Toda esta situación ya está afectando a la salud de Bárbara Rey, que ha visto como su vida privada vuelve a ocupar todos los titulares tras las filtraciones de las conversaciones privadas que mantuvo con Juan Carlos I durante la década de los noventa.
Mientras que la vedette es el centro de toda la atención, Juan Carlos I permanece ajeno a toda la polémica en Sanxenxo. En estos días en los que ha participado en las regatas, ha disfrutado de la rica gastronomía de la zona y ha recargado su energía, también ha recibido la visita de sus hijas, la infanta Cristina (59) y la infanta Elena (60).
Es habitual ver como algún miembro de la familia del Emérito acude hasta la localidad gallega para estar junto a él ahora que reside en Abu Dabi, a miles de kilómetros de distancia. A pesar de que lleva ya dos semanas en Sanxenxo y toda la polémica ha estallado durante su estancia en su país, esta parece no haber afectado al exmonarca. O al menos de cara a las cámaras. Ha continuado con sus rutinas habituales y se ha dejado ver sonriente y cercano ante los medios allí presentes, aunque sin hacer declaraciones.
Este mismo sábado, 5 de octubre, Juan Carlos I ha aprovechado sus últimos días en la localidad de Pontevedra para salir a comer junto a su hija, la infanta Elena. Llegaban al restaurante al mismo tiempo, pero han preferido aparecer por separado. Tanto la primogénita como el exmonarca no han dudado en mostrar su felicidad, pese a toda la situación que está viviendo.
Fuentes cercanas a Juan Carlos han asegurado que está "muy dolido, muy disgustado y muy molesto" con todo lo que está haciendo Ángel Cristo Jr (43) y que está afectando no solo a los protagonistas, sino al resto de familiares cercanos que se han visto salpicados de manera directa o indirecta.
Este viernes, 4 de octubre, volvía a participar en las regatas, donde se le veía muy bien acompañado. Su inseparable amigo, Pedro Campos, ha permanecido junto a él durante estos días, pero también ha recibido otras visitas externas. Ha sorprendido la presencia de su biógrafa oficial, Laurence Debray, quien se está encargando de redactar su libro de memorias que verá la luz en los próximos meses.
Las cámaras presentes en el puerto Náutico de Sanxenxo han confirmado la buena sintonía que existe entre ellos. Está claro que la escritora se ha convertido en la confidente del exmonarca y a quien ha relatado todos los capítulos, buenos y malos, de su vida.
Cabe recordar que ella fue la encargada de escribir Juan Carlos de España en 2014, la considerada como biografía más actual y donde también se desgrana toda su vida, pero desde un punto externo. Ahora será un libro en el que el que fuera Rey de España hablará en primera persona y se abrirá como nunca antes lo ha hecho públicamente.