Seis meses. Ese es el tiempo que Kate Middleton (42 años) ha estado alejada de los actos públicos, aunque la realidad es que ha estado más presente que nunca. No han sido meses fáciles, ni para ella ni para el resto de la familia, después de conocerse su diagnóstico de cáncer.
Por deseo propio y consejo médico, la princesa de Gales ha estado siguiendo el tratamiento en privado y sin realizar ningún tipo de aparición pública más allá del vídeo que compartió el palacio de Kengstinton a finales de marzo. Para sorpresa de todo el mundo, este viernes Kate reapareció para anunciar una gran noticia: participaría en el desfile de Trooping the Colour de este sábado.
Esta cita, marcada en rojo en el calendario desde el reinado de Isabel II, conmemora el cumpleaños del monarca con un desfile militar. Sin embargo, el interés se concentra en la Familia Real británica que vuelve a reunirse públicamente desde el balcón del palacio de Buckingham. En esta ocasión, todas las miradas han estado puestas en los gestos tanto de Kate como del príncipe Guillermo (41).
Es su primera aparición pública conjunta en lo que va de año, algo que se ha notado en sus rostros. No han compartido apenas momentos de complicidad y no ha habido ningún gesto fuera de guion. Sí que han estado la mayor parte de su salida al balcón del palacio hablando e incluso se han reído juntos de los comentarios de sus hijos. Ambos han estado muy pendientes de ellos y les han ido explicando qué es lo que estaba ocurriendo. Guillermo ha vuelto a demostrar ser el gran apoyo de su mujer y el resto en su peor momento.
El nerviosismo era palpable. Han sido meses de mucho estrés para todos, después de tener que hacer frente a miles de hipótesis sobre el estado real de la princesa. Pero han transmitido una imagen tranquilizadora y con esta aparición han eliminado todos los rumores que se estaban escribiendo. La sonrisa de la princesa ha sido el resumen más destacado de la jornada.
Además, se ha visto a Kate y Carlos III (75) mucho más cercanos que de habitual. Han compartido conversaciones y muchas sonrisas. La enfermedad les ha unido: ambos están haciendo frente al cáncer y se están sometiendo a sendos tratamientos contra la enfermedad.
La primera imagen del matrimonio ha sido minutos antes del comienzo del Trooping the Colour. Ambos han reaparecido en un coche oficial acompañados de sus tres hijos. Es la primera aparición de la familia al completo en este 2024, teniendo en cuenta que la última reunión pública fue en la misa de Pascua celebrada en Sandringham a finales de diciembre. La princesa ha apostado por el color blanco para la cita. A continuación, el matrimonio se ha tenido que separar: la princesa se ha subido a un carruaje junto a sus tres hijos; el príncipe ha hecho el desfile a caballo.
Desde que se hizo pública la noticia de la operación abdominal de la princesa el pasado mes de enero, el heredero al trono redujo drásticamente su agenda oficial para estar junto a su esposa y apoyarla en estos momentos tan difíciles. Sin embargo, la enfermedad de su padre le obligó a sustituirle en algunas citas.
En algunos de estos actos, el príncipe Guillermo ha sido preguntado por el estado de salud de Kate. Con pocas palabras, pero sinceras, el primogénito de Carlos III reconocía que "lo estaba haciendo bien" y que estaba "todo bien". En este tiempo han sido muchas las teorías conspiranoicas sobre cómo se encontraba en realidad la princesa.
Ahora ha reconocido que volverá poco a poco a los actos oficiales siempre y cuando se encuentre bien y pueda hacer frente a estas citas tan exigentes dado su estado de salud.