Llamativa e inesperada estampa la que se ha vivido este pasado sábado, 13 de abril, en la ciudad de Barcelona. La infanta Cristina de Borbón y Grecia (58 años) ha acudido a ver jugar a su hijo Pablo Urdangarin (23) un partido de balonmano que disputaba su equipo, Fraikin BM. Granollers, contra el Barça en la ciudad condal.
Un gesto, el de arropar a su vástago, que, en realidad, no es nada nuevo, pues la Infanta, al igual que Iñaki Urdangarin (56), siempre que sus compromisos profesionales se lo permiten, no duda en mostrar su fervor desde la grada y en animar a Pablo, o consolarlo cuando éste no ejecuta un buen partido. No obstante, este día 13 se ha vivido un hecho inédito, al menos a nivel público.
La hija de Juan Carlos I (86) ha coincidido durante el desarrollo del partido con la que fue su querida y adorada suegra, Claire Liebaert (89), la madre de Iñaki. Pese al divorcio de los exduques de Palma, y el hecho de que ambos han continuado con sus vidas por separado, este pasado sábado ha quedado más que patente el gran cariño y afecto que siente Claire por Cristina de Borbón, su exnuera.
Hace tiempo, EL ESPAÑOL ya informó que el quiebre sentimental entre Iñaki y Cristina en nada afectó a los sentimientos que siempre se han profesado la Infanta y Liebaert. Las que un día fueron nuera y suegra han mantenido, en los últimos años, una relación cordial y afectuosa que este pasado día 13 ha quedado inmortalizada.
Un material gráfico que confirma, además, la gran atención y cuidado que le sigue brindado Cristina de Borbón a la abuela de sus nietos. Durante el partido, además, la hermana de Felipe VI (56) ha dado la mano a su exsuegra en varias ocasiones y han disfrutado de una agradable conversación. Claire nunca ha ocultado el afecto que siente por Cristina.
Sin ir más lejos, a finales de enero de este presente año concedió unas breves declaraciones para asegurar que deseaba lo mejor a la hija de la emérita Sofía (75). Después de la competición, Claire y Cristina han salido juntas y de la mano del estadio. Se han detenido, además, a charlar con varias personas antes de subir al vehículo.
Esta es la primera imagen pública que las dos mujeres protagonizan juntas desde que la infanta Cristina y Urdangarin decidieron tomar caminos separados. Puntualizar que fue en diciembre de 2023 cuando la infanta Cristina disolvió oficialmente su matrimonio con Iñaki Urdangarin en una notaría de Barcelona.
Se desconoce hasta cuándo permanecerá la madre de Iñaki Urdangarin en Cataluña. Tampoco se sabe cuáles son los próximos planes de la Infanta. Cabe la posibilidad de que se desplace a Madrid para visitar a su madre, la emérita Sofía, que ha estado ingresada en la clínica Ruber Internacional de Madrid por una infección urinaria.
Claire y Ainhoa, su relación
En enero de 2024, EL ESPAÑOL pudo confirmar que Claire y Ainhoa Armentia (45), la actual pareja sentimental de Iñaki, ya se conocen. El exduque ha tardado bastante tiempo en realizar esta presentación familiar. No hay que olvidar que cuando se hizo pública la relación de Iñaki y Armentia, en 2022, Claire tardó en aceptar la noticia.
Llevó "regular" aquellos días. Se hizo constar que no fue, al principio, una noticia agradable, porque Claire quiere mucho a Cristina, quien ha sido en determinados momentos como "una hija más en la familia".
No sólo Cristina ha sido muy querida por Claire, también por las hermanas de Iñaki, quienes mantienen una relación "súper estrecha" con ella, aún a día de hoy. Han sido, en los momentos más críticos a nivel judicial, cuñadas y confidentes. De hecho, se pudo comprobar cuando la infanta Cristina se reunió en la Navidad de 2021 con Lucía y Laura, las hermanas de Urdangarin. El tiempo ha ido pasando y Claire ha conocido a Ainhoa. Fue un encuentro "cordial", se deslizó hace un tiempo a este medio.
La nueva vida de Iñaki
El pasado 9 de abril fue un día trascendental para Iñaki Urdangarin. Ese día se terminó la condena de cinco años y 10 meses que le impuso la Audiencia de Palma por su implicación en el caso Nóos. Así pues, el que fuera yerno de los Reyes eméritos vuelve a ser un ciudadano libre. Sin embargo, todavía le queda un asunto por resolver.
Su libertad no implica la eliminación de sus antecedentes penales. Para ello deberá esperar otros cinco años siempre y cuando no vuelva a delinquir. Durante este tiempo, Urdangarin no podrá acceder a algunos trabajos, ser miembro de un jurado, desempeñar ciertas acciones de voluntariado o tener perros de razas potencialmente peligrosas. Incluso así, el fin de su condena no deja de ser una gran noticia para el exduque de Palma.