El rey emérito Juan Carlos (86 años) ha abandonado la localidad pontevedresa de Sanxenxo, en la tarde de este domingo, 17 de marzo de 2024, tras pasar cinco días en la que ha sido su primera visita de este año a Galicia. El exmonarca ha salido de casa de Pedro Campos (74) minutos después de las 16:10 horas y, sentado en el asiento del copiloto, ha saludado a los medios que lo estaban esperando.
Está previsto que el Rey emérito salga del aeropuerto de Peinador, en Vigo, a las 17:35 horas en un vuelo con destino Ginebra, donde vive su hija la infanta Cristina (58).
El padre de Felipe VI (56) llegó a Galicia a última hora del pasado miércoles, 13 de marzo, tras una parada previa en Vitoria, donde se desplazó para visitar a su médico. El marido de la reina emérita Sofía (85) abandona territorio español con un oro bajo el brazo. No en vano, en la mañana de este domingo salió a navegar a bordo del Bribón que alcanzó el primer puesto en esta primera serie de la Liga de 6 Metros.
Durante esta estancia, Juan Carlos I sólo ha salido dos días a navegar, el pasado viernes y este domingo, ya que las condiciones meteorológicas truncaron sus planes y el sábado no pudo participar en las regatas.
El jueves, día 14, el exmonarca recibió la visita de su hija primogénita, la infanta Elena (60), quien junto a Inés Muiños, mujer de Josep Cusí, lo acompañó en la jornada del viernes en su singladura por la ría de Pontevedra.
Tras navegar, se dirigieron a casa de Pedro Campos y, por la noche, salieron a cenar a un restaurante en la localidad pontevedresa de Cambados. Desde ese momento, la siguiente vez que se volvió a ver a Juan Carlos I fue este domingo y el sábado se reunió con la tripulación del Bribón en casa de Campos.
La siguiente regata, la segunda serie de la Liga, se disputará entre el 21 y 21 de abril de nuevo en Sanxenxo, y según ha informado el Club Náutico esperan que algún equipo extranjero se sume a la flota ya con vistas al europeo.
De esta forma, según han apuntado fuentes del entorno del emérito consultadas por Europa Press, Juan Carlos I tiene previsto, de ser posible, participar en todas las regatas de este año.
Revisión médica
Antes de llegar a Sanxenxo, Juan Carlos I aterrizó en Vitoria el pasado miércoles, 13, para acudir a una cita con su médico de confianza. Es habitual que el exsoberano acuda a la clínica privada del doctor Eduardo Anitua en la capital alavesa durante sus viajes a España.
Cabe recordar que el doctor estuvo entre los invitados a la fiesta por su 86º cumpleaños que celebró en su residencia de Abu Dabi, el pasado 5 de enero, ubicada en la isla Zaya Nurai. Hasta allí se desplazaron más de 100 invitados y algunos rostros sonados como Alicia Koplowitz (72), Los del Río, Manuel Piñera Gil-Delgado, Pedro Campos y Carlos Herrera (66), entre otros.
Tras esta cuestión médica, el padre de Felipe VI puso rumbo a su querida Galicia para disfrutar de su gran pasión: las regatas. Una persona de su entorno aseguró a EL ESPAÑOL, hace un tiempo, que "las regatas no son más que una excusa para poder respirar el aire de su tierra, disfrutar de la gastronomía de su país y rodearse de sus íntimos amigos".
Todo parecía apuntar que Juan Carlos realizaría su primer viaje a España este 2024 -octavo desde que se mudó a Abu Dabi en 2020- a principios de marzo, debido al repentino fallecimiento de su sobrino, Fernando Gómez-Acebo, que falleció a los 49 años el pasado 1 de marzo. El exmonarca supo de su muerte cuando se encontraba en el Gran Premio de Fórmula 1 de Baréin.
Finalmente, el Emérito fue el gran ausente en el último adiós al hijo de la infanta Pilar. Asimismo, este viaje se ha producido dos semanas después de que Juan Carlos y el Rey se reencontraran en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor con motivo del homenaje a Constantino de Grecia, hermano de la reina Sofía.
Padre e hijo, que no se veían desde el 20 de diciembre, con motivo del 60 cumpleaños de la infanta Elena, escenificaron las imágenes protagonistas del día, en las que se observaba al actual monarca español tendiendo la mano a su padre, mientras éste se apoyaba sobre uno de sus brazos.