El príncipe Eduardo de Edimburgo (59 años) ha recibido una grata sorpresa horas antes de su 60 cumpleaños, que será este próximo 10 de marzo. Su mujer, Sophie (59), la duquesa de Edimburgo, dejó al hermano de Carlos III (75) visiblemente emocionado y envuelto en lágrimas mientras pronunciaba un discurso de lo más personal y romántico para su marido durante un compromiso real este pasado viernes, 8 de marzo.
Todo ocurrió durante la visita real a Leeds, ciudad situada al norte de Inglaterra, para entregar los Premios comunitarios de deporte y ocio. Sin embargo, Eduardo, uno de los miembros más activos de la Corona británica en la actualidad debido a las sonadas ausencias del Rey, la reina Camila (76), el príncipe Guillermo (41) y Kate Middleton (42), no se esperaba que su esposa le rindiera un emotivo homenaje.
La duquesa aprovechó "esta oportunidad para reconocer otro gran hito y compartir un pequeño homenaje a mi querido esposo mientras celebra su 60 cumpleaños, este domingo". No es habitual que un royal británico muestre en público su faceta más romántica y personal y dedique unas palabras a su compañero de vida, sin embargo, así lo hizo Sophie. Comenzó explicando que estaba segura de que su marido estaba "horrorizado" al verla hablar de él, y señaló: "Sin mirarlo, supongo que ahora estará sentado con los ojos ligeramente entrecerrados, posiblemente con los brazos cruzados".
Así, demostró la profunda admiración y el amor que siente hacia su razón de amor e incluso comparó a su marido con su padre, el príncipe Felipe, marido de Isabel II. "A mi suegro nunca le gustó que nadie le hiciera elogios, creyendo que lo importante eran las organizaciones que apoyaba, no él. Sin embargo, tengo la misma opinión de él y de mi marido, así que aquí va una visión más detallada del hombre con el que estoy tan orgullosa de estar casada", apuntaba.
Se refirió a él como "el mejor de los padres, el más cariñoso de los maridos y sigue siendo mi mejor amigo". "Él ha sido mi guía y me ha mostrado el camino a lo largo de los años. Me ha brindado mucha ayuda y consejos (no siempre los he tomado, lo admito), y sus conocimientos e instintos, que se han perfeccionado a lo largo de décadas de servicio, son invaluables, por eso compartimos notas de discursos (no éste, ¡lo siento, cariño!), y charlamos sobre los problemas y creo que juntos formamos un buen equipo", ha indicado.
De este modo, todas las miradas giraron en torno al príncipe Eduardo, que se mostró profundamente emocionado, tapándose el rostro con las manos mientras Sophie subrayaba: "Estoy muy orgullosa del hombre que es".
También describió la reacción de ambos cuando el hijo de la difunta Reina les concedió los títulos de Duque y Duquesa de Edimburgo en marzo de 2023, coincidiendo con su 59 cumpleaños, asegurando que estaban "encantados y conmovidos".
Además, dedicó parte de su discurso a hablar del compromiso de su marido con el trabajo, aludiendo: "Sólo se puede adivinar el número de horas que dedica a las organizaciones benéficas. Haga lo que haga, da el 150% de sí mismo".
La cuñada de Carlos III concluyó su bonito homenaje apuntando: "¡Así que brindo por ti, mi querido Eduardo, y que yo, junto con toda tu familia y tantos amigos y muchos otros, te deseemos el más feliz de los cumpleaños!". Fue entonces cuando se acercó a su esposo y se fundieron en un abrazo mientras los allí presentes los ovacionaron. Eduardo también pudo soplar las velas de la tarta por adelantado.
El matrimonio se casó el 19 de junio de 1999 en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor y tienen dos hijos: su primogénita Louise (20) y James (16), conde de Wessex.