Este lunes, 27 de noviembre, se cumplen seis años desde que el príncipe Harry (39 años) y Meghan Markle (42) anunciaran al mundo su compromiso. Aunque su vida ha variado mucho desde entonces, el matrimonio está en busca de un nuevo cambio que pasa por una mudanza.
Desde que abandonaron Londres, hace ya tres años, los duques de Sussex han vivido en tres localidades: primero, se trasladaron a Canadá, donde no se pudo garantizar su seguridad; después, recibieron el cobijo de un amigo de la actriz en Beverly Hills (Los Ángeles); finalmente, pusieron su residencia oficial en Montecito (California), donde han estado viviendo todo este tiempo.
No es ningún secreto que Harry y Meghan llevan un tiempo buscando un nuevo hogar, aunque sin éxito. Una de las localizaciones en las que más han centrado su tiempo es en Malibú, ciudad situada mucho más cerca de Los Ángeles que Montecito, que se encuentra a hora y media en coche.
Hace solo dos meses, la pareja fue vista en un terreno de Malibú, valorado en ocho millones de dólares, que se convirtió en un imán para los paparazzi una vez fue desvelada la noticia y la localización. Algo que preocupó a Harry y Meghan, que lo que están buscando en esta nueva etapa de su vida es más seguridad y privacidad.
El hijo pequeño del rey Carlos III (75) y Diana de Gales quiere encontrar un nuevo hogar en el que pueda vivir en paz y sin la presencia diaria de drones o helicópteros sobrevolando su casa en busca de unas imágenes de ellos. Precisamente, lo que buscan los duques de Sussex es sentirse igual de seguros que como estuvieron durante su estancia en la casa de Tyler Perry (54) en 2020.
Los medios de comunicación y los paparazzi tardaron seis semanas en dar con el paradero del matrimonio, ya que todos creían que se encontraban en Canadá. Una vez se descubrió su escondite, comenzó un bombardeo de cámaras intentando colarse en la mansión, algo que quebrantó la paz y la seguridad de la que habían estado disfrutando después de todo el revuelo mediático generado tras su marcha de Londres.
Ahora querrían volver a Los Ángeles, aunque por el momento no se sabe si el matrimonio ha encontrado ya su nuevo nido de amor o sigue en la búsqueda. Según han revelado fuentes cercanas de ambos a TMZ, otra de las intenciones de la pareja es mudarse a la gran ciudad para estar más cerca de Hollywood y de los eventos a los que han estado acudiendo en los últimos meses: conciertos, partidos de baloncesto, estrenos...
Punto de inflexión con su padre
El último año no ha sido fácil para la relación padre-hijo entre Carlos III y Harry. Sin embargo, los últimos actos dejan ver un acercamiento entre ambos después de meses en los que han mantenido las distancias. Todo ello después de las explosivas declaraciones que el hijo pequeño del soberano realizó tanto en su documental como en su autobiografía.
Con motivo del 75 cumpleaños del monarca, los duques de Sussex llamaron a Londres para mantener una breve llamada con él. Inlucos, los pequeños, Archie (4) y Lilibet (2), también participaron de la felicitación enviando un vídeo a su abuelo donde le cantaban el cumpleaños feliz. Algo que confirma el nuevo punto en el que se encuentra su relación después de toda la tormenta mediática.