El rey Carlos III del Reino Unido (74 años) ha recibido una de las noticias más duras e inesperadas en las últimas horas: el fallecimiento de su querida prima hermana, Albemarle Bowes-Lyon, a los 83 años de edad. Un duro varapalo para el monarca, quien fue informado del deceso tan sólo horas antes de tomar un vuelo privado con destino Kenia, donde ha realizado un viaje de Estado.
Lo cierto es que, antes de hacerse pública esta pérdida, la prensa británica había destacado la seriedad manifiesta del Rey a su llegada a Kenia, en el marco de su viaje institucional, el primero que hace como monarca a un país de la Commonwealth desde que asumiera la Corona tras la muerte de su madre Isabel II.
De acuerdo a la información que han facilitado algunos tabloides británicos, Albemarle, quien perdió la vida el 30 de octubre de este 2023, tal como sostiene el medio local escocés Dundee Courier, también era sobrina de Isabel Bowes-Lyon, la progenitora de la malograda abuela de Guillermo de Inglaterra (41).
El citado medio ha añadido que en las próximas semanas se celebrará un funeral, íntimo y privado, al que podrá asistir el esposo de Camila Parker Bowles (76). Albemarle Bowes-Lyon era una persona muy querida por toda la Familia Real británica, y su presencia en los actos más importantes de la institución era poco menos que obligada.
Albermarle fue una de las invitadas más destacadas tanto de la Coronación como del funeral de la monarca más longeva de la historia. No obstante, hubo una notable ausencia de la prima hermana del Rey que fue muy reseñada en su momento: causó baja en la proclamación de Carlos III, por un recorte presupuestario.
Una decisión, la de mantenerla al margen de ese insigne día, de la que aseguran que el monarca se arrepiente tras su muerte.
Esa sería, según esta línea de pensamiento, la razón de su seriedad en su viaje a Kenia. Durante su viaje a Kenia, Carlos III se mostró en varias ocasiones con un gesto serio y triste.
El viaje a Kenia
Fue el pasado viernes, día 3 de noviembre, cuando los reyes de Inglaterra terminaron su visita de Estado de cuatro días a Kenia. El término del viaje lo hicieron reuniéndose con líderes religiosos y víctimas de abusos sexuales de la ciudad costera y turística de Mombasa, en un día marcado por intensas lluvias, que causaron inundaciones en zonas de la urbe.
"Todos intentamos encontrar el mismo camino hacia lo divino, pero en ocasiones por caminos distintos", ha asegurado Carlos III después de reunirse con representantes de las religiones cristiana, hinduista, musulmana y varias africanas en la mezquita de Mandhry y en la Catedral Conmemorativa de Mombasa.
Al mismo tiempo, Camila visitó la sede de la ONG Sauti Ya Wanawake (La voz de las mujeres, en el idioma suajili), que apoya a las supervivientes de la violencia sexual y de género, y bailó con algunas de las mujeres que se benefician de sus programas.
Ambos también tuvieron tiempo para recorrer algunas de las calles más céntricas del casco histórico de Mombasa montados en un motocarro tuk-tuk, uno de los medios de transporte más usados en la costa keniana, en este caso eléctrico y decorado con los colores la bandera británica.
Los Reyes se dirigieron después al aeropuerto de la ciudad, donde se colocó una alfombra roja hasta la escalinata del avión de la Fuerza Aérea Británica bajo la lluvia, no muy frecuente en una zona que se caracteriza por su buen clima y sus playas paradisíacas.
Paraguas en mano, el presidente de Kenia, William Ruto, y su esposa, Rachel, despidieron a la pareja real.
Carlos III concluyó así su primera visita como Rey a un país de la Commonwealth (mancomunidad de antiguas colonias y protectorados británicos) desde que el 8 de septiembre de 2022 sucedió a su madre, Isabel II, que falleció a los 96 años y fue la monarca británica que más tiempo ocupó el trono.