Lo que era un secreto a voces se terminó de confirmar el pasado marzo y hoy, seis meses más tarde, es un hecho. El príncipe Joaquín de Dinamarca (54 años), el hijo menor de la reina Margarita II (83), comienza una nueva vida en Washington.
Desde este 1 de septiembre, el príncipe Joaquín asume un nuevo puesto dependiente del Ministerio de Defensa, como agregado de la industria de defensa de la Embajada de Dinamarca en la capital estadounidense. Su objetivo, como representante de los daneses, será contribuir a "fortalecer la cooperación industrial de defensa con Estados Unidos y Canadá", tal y como informó la Corona el pasado 17 de marzo.
Joaquín ya lleva varios años lejos de Copenhague, pero ahora la separación es mucho mayor. El Príncipe pone más de 6.500 metros de distancia con la Familia Real para emprender un nuevo proyecto con el respaldo de su mujer, Marie (47), y sus dos hijos en común, Enrique (13) y Athena (11).
[Joaquín de Dinamarca y su mujer se mudan a Washington tras la polémica con la reina Margarita]
En 2020, Joaquín y Marie protagonizaron una especie de Megxit, instalándose fuera de su país. El Príncipe comenzaba a trabajar como secretario del Ministerio de Defensa danés en París y ponía distancia con la Familia Real, alejándose de discusiones y conflictos.
El hijo menor de la reina Margarita II parece no aceptar el papel de 'segundón' que le ha tocado por orden dinástico, como él mismo se definió en una conversación con la revista Point de Vue para referirse a su situación. "Es más complicado para mí. El príncipe heredero simplemente tiene que seguir el curso de los acontecimientos. Pero nada está definido para el segundo y la esposa de esta persona, ni por escrito ni en forma oral. No siempre es fácil. Tenemos que averiguarlo por nosotros mismos mientras nos mantenemos en el papel de número dos", comentó desde su casa en la capital francesa.
Ahora, su desplazamiento podría producirse por razones similares. Aunque la mudanza del Príncipe es, aparentemente, por motivos profesionales, cabe destacar que se produce ocho meses después de que la reina Margarita despojara a los cuatro hijos de Joaquín de sus títulos de príncipes y princesa para que, en su opinión, formaran "su propia vida" sin las obligaciones de la institución.
En principio, la decisión provocó una brecha familiar y generó un profundo malestar en el príncipe Joaquín, la princesa Marie y Alexandra Manley, madre de los dos hijos mayores del royal danés.
"Estoy muy, muy triste por verlos tristes a ellos y sin entender lo que les ha ocurrido", aseguró entonces Joaquín de Dinamarca, que habló de "castigo". La monarca, por su parte, lamentó sus palabras y aseguró que había "subestimado" el efecto de su decisión, aunque no la modificó, apelando también a la necesidad de que la monarquía se adapte a los tiempos.
La voluntad de la soberana también fue respaldada por Federico (55), heredero al trono. "Mi madre ha tomado esta decisión sola, porque lo puede hacer y es lo que quiere, y pensó que ahora era el momento de tomar una decisión que yo también apoyo y la veo como correcta", comentó el futuro Rey el pasado octubre, en conversaciones con el periódico danés BT. En sus primeras palabras tras la polémica decisión de la monarca, el primogénito de la reina Margarita insistió en que él mismo apuesta por una monarquía que "se renueve o al menos, se reduzca en el tiempo".
En aquella ocasión Federico también fue preguntado por el supuesto distanciamiento con su hermano. Intentando zanjar los rumores que existen sobre sus diferencias, expresó: "Estoy en contacto continuo con mi hermano, siempre lo he estado, curiosamente, así que no hay nada nuevo en sí he estado en contacto con él, estoy en contacto continuo con él".
De aquello ya ha pasado casi un año y las rencillas familiares parecen haber quedado atrás. El pasado 16 abril, la monarca reunió a sus hijos, nueras y nietos por su 83 cumpleaños, mostrándose todos felices y aparentemente unidos. Aún así, nada cambió la decisión de la Casa Real y hoy, el príncipe Joaquín comienza una nueva vida lejos de tensiones y polémicas.