Una nueva e importante etapa en la vida de la princesa de Asturias daba comienzo el jueves 17 de agosto con su entrada en la Academia Militar de Zaragoza. Sobre las 12 horas de la mañana y acompañada de sus padres, Leonor de Borbón y Ortiz (17 años) llegaba al citado centro para iniciar su tan esperada formación castrense. Sonriente, la adolescente aseguraba que tenía "muchas ganas" aunque estaba "un poco nerviosa".
En este día histórico, todo cuenta, todo esconde un mensaje y una intención, desde los gestos hasta la indumentaria elegida por la gran protagonista. El look elegido marca el principio de una imagen completamente renovada, con la que deja un poco de lado su perfil de princesa para convertirse sólo en cadete. Tras las puertas de la Academia deberá vestir el uniforme reglamentario y en su primera toma de contacto ya se pudo observar un cambio sorprendente.
La hermana mayor de la infanta Sofía (16) dio muestras de sencillez y austeridad de pies a cabeza, señal de que ha interiorizado a la perfección la transformación externa a la que se enfrenta durante los próximos tres años, durante los cuales pasará por los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire.
1. Un estilismo correcto, natural y planificado
La Princesa eligió un conjunto juvenil, pero muy sencillo y discreto. Vestía camisa azul de tejido plumetti, con sutiles topos, bolsillos en ambos laterales, mangas remangadas y sólo un botón desabrochado. La conjuntó con unos impolutos vaqueros blancos de bajo desflecado y unas deportivas en el mismo color de la firma Hugo Boss. Nada desentonaba, todo estaba perfectamente empastado para no llamar la atención.
EL ESPAÑOL ha contactado con la experta Amparo Torres Menéndez, de la Universidad Nebrija, para analizar si el outfit de la princesa se ajusta al protocolo requerido para un acto de esta naturaleza. "Realmente no es un acto oficial, sino algo más personal, así que la indumentaria es muy adecuada, muy casual y muy en línea con la edad que tiene la Princesa. Es desenfadado, pero muy correcto. Mi valoración sería muy positiva porque encaja muy bien con el lugar al que se dirige. Muy en consonancia con su personalidad más bien clásica y discreta".
Pese a no haber una etiqueta marcada, a juicio de Marina Fernández, Directora de Comunicación de la Escuela Internacional de Protocolo, la imagen que ha trasmitido la Princesa sí corresponde "a una estrategia de comunicación por parte de Casa Real y a una construcción de marca personal y institucional de Leonor. Con el estilismo elegido se la presenta como la cadete Leonor, entra vestida de manera sencilla y sin maquillar, como el resto de sus compañeras, intentando marcar las menores diferencias posibles entre ellas".
2. El toque Letizia, como despedida
Leonor comparte muchos tips de estilo con su madre y quiso hacerle un guiño en su último día juntas, antes de su ingreso en el Ejército. Para ello y pese a que su estilismo era de perfil bajo, añadió un detalle que no pasó inadvertido. Llevó la mitad de la camisa metida por dentro de los vaqueros y la otra mitad por fuera, tal y como hizo la Reina el pasado 10 de agosto para ir a ver la película Barbie en Mallorca. No parece algo casual, pues la Princesa nunca había lucido algo similar.
Se trata de una tendencia que lleva por nombre Half Tuck y que exploran desde hace varias temporadas las famosas que más saben de moda. Entre ellas, otro miembro de la familia del Rey, Victoria Federica (22), que se apuntó al truco en 2021 para asistir a la semana de la moda de París.
3. Un bolso minimal y un reloj de 19,99 euros
La heredera al trono sólo añadió al outfit un bolso de Adolfo Domínguez en color blanco de piel, pequeño y minimalista, con bandolera ancha, que llevaba colgado de uno de sus hombros, y un reloj. Este último accesorio, el único que podrá ponerse mientras permanezca en la Academia Militar, es perfecto para su nueva vida. Se trata del modelo Reloj Cronómetro Running W500S Negro de Decathlon, con un precio de 19,99 euros, es sumergible y sirve para controlar la progresión de los entrenamientos. El ejercicio es precisamente una de las actividades fundamentales de Leonor durante su formación.
4. Sin maquillaje ni joyas y con el pelo recogido
Aunque en el último año, Leonor se ha maquillado para sus actos institucionales, con máscara de pestañas, colorete, gloss de labios e incluso manicura, todo eso ha quedado atrás. Pese a que las normas de la academia permiten el uso de maquillaje siempre que éste sea un tonos suaves, ella ha preferido ir con la cara lavada dando imagen de total naturalidad. Incluso se ha quitado el esmalte de uñas.
Tampoco ha llevado pendientes, aunque se pueden usar en el centro militar: han de ser iguales, sólo uno por oreja, pequeños y preferiblemente dorados o plateados. Esto quiere decir que la heredera no podría lucir el piercing que estrenó el año pasado y que de hecho hace un tiempo que no lleva.
Más estricta es la normativa en cuanto al pelo, que debe ir recogido, en un protocolario moño en la mayoría de las ocasiones o en coleta. La primogénita de los Reyes ha dado muestras de férrea disciplina desde el primer momento, entrando con una sencilla ponytail,con una goma ancha de dos colores. Su madre y su hermana, en cambio, llevaban su melena al viento. También algunas de las que serán sus compañeras en la academia, con las que se reunió para entrar en el edificio.
5. Su petate
Nadie esperaba ver llegar a la futura reina de España con un petate militar a la espalda, ella lo hizo con una discreta maleta azul marino, tipo trolley y con ruedas en la que llevaba todo lo necesario para su estancia en Zaragoza. No le harán falta demasiadas cosas, habida cuenta de que allí se le proporcionan los uniformes y ropa de batalla que ha de usar de lunes a viernes mientras sigue su instrucción. Los fines de semana, dejará de ser la cadete Leonor para volver a ser simplemente Leonor, con sus looks de siempre para sus salidas de sábado y domingo.