A los premios Princesa de Girona, que se están celebrando esta tarde del 5 de julio, los Reyes quieren darles el mismo nivel de importancia que tiene los Princesa de Asturias que se celebran en octubre. Una buena manera de conseguir el equilibrio entre ambos es intentar darles igual solemnidad, por lo menos estilísticamente hablando. El look que elige Letizia (50 años) para estos galardones tiene que ser de alto nivel, pero tampoco se puede pasar, ya que no quiere eclipsar la presencia de sus dos hijas, Leonor (17) y la infanta Sofía (16), que lucen para la ocasión sus mejores galas.
Así que la Reina ha vuelto a sus orígenes, a aquellos estilismos que tantos éxitos le dieron en el pasado, ha dejado la silueta lápiz, de la que últimamente no se despegaba, para volver al estilo más lady, ése que le da un aspecto y una elegancia que roza la perfección. La esposa de Felipe VI (55) ha abandonado el rojo como su mejor aliado para traicionarlos con el negro, un tono con el siempre cosecha grandes éxitos.
El outfit que ha elegido Letizia para tiene dos claves: los brazos al aire y el escote en uve. Se trata de un diseño de patrón clásico, estilizado en la zona del cuerpo y con falda en vuelo. Sin mangas, deja los bíceps a la vista, uno de los requisitos que más le gusta en verano. Realizado en seda dura, se ajusta a su silueta como un verdadero guante.
Sin embargo, y aunque todo podría hacer pensar que se trata de un diseño firmado por una gran firma, un Carolina Herrera o un Hugo Boss como el de la mañana de este miércoles 5 de julio, el vestido que ha elegido para la gala de los Princesa de Girona lleva la etiqueta de H&M, la firma sueca que precisamente ha estado de actualidad estas últimas semanas porque sus dependientes están en huelga a causa de sus malas condiciones laborales. El vestido de la marca low cost es muy sencillo, por lo que es una buena idea llevar complementos llamativos para darle un poco de alegría al look. Así que Letizia ha calzado unos salones metalizados de tacón bajo, cinco centímetros de tacón que para ella es como andar en plano, de Magrit. Lo que sí era nuevo, ha sido el bolso, en negro con detalles dorados, realizado en terciopelo que le daba al outfit un toque muy sofisticado.
Uno de los detalles que dice la importancia que la Reina le da al acto es el recogido. Solo en las ocasiones más importantes se recoge el pelo, esta vez en una ideal coleta, que dejaba ver perfectamente unos pendientes en aro que hacían cascada y que creemos que son nuevos en su joyero y que pertenecen a la firma que la vistió para su boda, Pertegaz. Lo que no faltaba, una vez más, ha sido el anillo de Coreterno, que no se quita desde las pasadas Navidades.
El viernes que viene volveremos a ver a Letizia, que con la Princesa de Asturias visitará la Academia Militar de Zaragoza, la que será el nuevo hogar de Leonor a partir del 17 de agosto, cuando empiece su formación militar.