Este miércoles, 21 de junio, Guillermo de Gales cumple 41 años en pleno inicio de las tradicionales carreras de Ascot y con su popularidad por las nubes. Atrás queda el escándalo de su presunta infidelidad con Rose Hanbury (39), que hizo tambalear los cimientos de su imagen pública el pasado mes de febrero. El príncipe atraviesa un momento dulce, familiar e institucional con grandes retos en el horizonte.
Según las encuestas que se hacen en Reino Unido para medir la notoriedad pública de los miembros de la Familia Real, el heredero al trono ocupa el primer puesto por encima de su esposa e incluso del Rey. Los escándalos protagonizados por su hermano, el príncipe Harry (38), con su libro de memorias, Spare, le ha beneficiado en este sentido.
Mientras el duque de Sussex arremetía contra la monarquía británica y sus integrantes, el príncipe de Gales ha seguido con su intensa agenda oficial repartiendo sonrisas y mostrando su cara más amable y distendida junto a Kate Middleton (41) y sus hijos, que también se han convertido en las nuevas estrellas de la corte, especialmente tras la coronación de Carlos III (75).
Silenciado el espinoso asunto de Hanbury, los mayores retos a los que se enfrenta Guillermo en sus recién estrenados 41 años pasa por conseguir que George (9), Charlotte (8) y Louis (5) crezcan sanos y felices, pero también conscientes de sus privilegios y de su posición; trabajar en que la paz regrese al seno de los Windsor y preparar su carrera de fondo para ocupar el trono en un futuro. En cuanto a su matrimonio con Kate, todo va como la seda y últimamente se muestran aún más cómplices y cariñosos en público para reafirmar su imagen de pareja perfecta.
1. La educación de sus hijos
Es su mayor prioridad y ahora que han dejado Londres y se han mudado a Adelaide Cottage, en los terrenos del Castillo de Windsor, no desea que sus hijos pierdan el contacto con la realidad. En una entrevista reciente, Guillermo ha confesado su intención de llevar a los niños a instituciones para personas sin hogar para que crezcan sabiendo "que algunos de nosotros somos muy afortunados, algunos de nosotros necesitamos un poco de ayuda, algunos de nosotros necesitamos hacer un poco más donde podamos para ayudar a otros, mejorar sus vidas".
También quiere priorizar la vida familiar e intentar compaginarla con su agenda oficial, por lo que tratará de no hacer largos viajes dejando a los pequeños al cuidado de sus niñeras. La experta en realeza británica Jennie Bond así lo ha expresado en la revista OK!: "En gran medida, creo que se respetarán las vacaciones escolares y las giras futuras serán cortas y extremadamente ocupadas".
2. La difícil reconciliación con Harry
La paz familiar es otra de sus asignaturas pendientes y la más difícil de cumplir. Su relación con su hermano pequeño parece completamente rota y no se dejan ver juntos desde el funeral de Isabel II, donde tuvieron que dejar a un lado sus diferencias por razones evidentes. El duque de Sussex ha arremetido con dureza contra Guillermo y Kate en sus declaraciones públicas y no parece haber espacio para un perdón próximo.
El periodista Dan Wootton así lo ha expresado en los medios británicos asegurando que el príncipe considera los ataques a su esposa como "absolutamente despreciables" y que jamás le perdonará haber cruzado esa "línea roja".
Prueba de ello es que la National Portrait Gallery, de la que la princesa de Gales es patrocinadora, ha retirado un retrato de los dos hermanos en actitud cómplice y amistosa pintado por Nicola Phillips en 2010 que ya no estará en la exhibición cuando se reabran sus puertas el 22 de junio tras dos años de obras. Los responsables de la galería aseguran que es una decisión organizativa en la que Kate no ha tenido nada que ver. Sin embargo, resulta llamativo que sea precisamente ese cuadro el que desaparezca.
3. El plan 'Cambridge way' para su futuro como Rey
El príncipe Guillermo tiene ya 41 años y por simple ley natural es muy probable que se convierta en el futuro monarca de Inglaterra mucho más joven que su padre. De momento, él ya prepara el camino y piensa en el tipo de monarquía que le gustaría encabezar, que tiene diferencias sustanciales con el modo de proceder de Carlos III.
Al plan se le conoce como The Cambridge Way y pasa por ser más comunicativo y abandonar el "nunca te quejes, nunca expliques" que su abuela Isabel II y el actual Rey llevaron a rajatabla. Guillermo quiere ser más abierto y acabar con el silencio y el oscurantismo con más apariciones en televisión y en los medios.
También desea enfocarse en aquellos temas que tanto interesaban a su madre, la fallecida Lady Di, como la salud mental, el medioambiente y los niños. Para eso cuenta con su esposa como mejor embajadora. El contacto con el pueblo mostrándose aún más cercanos en actos programados a tal efecto es otro de sus propósitos.