Era la mujer más buscada de la coronación, todos los ojos estaban puestos en localizarla dentro de la Abadía de Westminster y analizar cada uno de los detalles. Rose Hanbury, presunta amante del príncipe Guillermo (40 años), estaba invitada en el gran día y al fin ha salido a la luz las imágenes que confiirman su asistencia y que revelan algo importante que tiene que ver con el estilismo elegido para la ocasión.
Llegó acompañada de su marido, David Cholmondeley (62), discretamente, dipuesta a ser partícipe de un día histórico en Inglaterra y también para ver a su hijo, Oliver (13), ejercer de paje real en la ceremonia. Llevaba un sencillo vestido blanco con falda plisada de largo midi y lazo al cuello. Lo original del diseño eran las bandas negras que tenía en las mangas ligeramente abullonadas. Sobria y muy estilosa.
Lo combinó con un tocado, también negro, con red cayendo sobre el rostro y unos pendientes clásicos. Sin embargo, había un detalle en su outfit que pasó inadvertido para muchos pero que tenía mucho que ver con Kate Middleton (41). Los zapatos que llevaba también forman parte del armario de la Princesa de Gales.
Son de la firma italiana Aquazzura y su precio es de 675 euros. Podría ser una coincidencia más, pero cabe destacar que Kate los había lucido solo un día antes de la coronación en un acto oficial con un vestido también en blanco y negro. Así pues, ambos estilismos eran gemelos. Como dato curioso añadir que Letizia (50) también los tiene.
El hecho de que Rose hubiera elegido precisamente este diseño y no otro se ha interpretado como un mensaje velado a la nuera de Carlos III (74). La historia de la supuesta infidelidad parece superada y ha sido convenientemente silenciada por la prensa inglesa haciendo valer una herramienta legal llamada super-injunction. Se trata de una orden judicial a la que recurren personas e instituciones con poder para impedir que se hagan públicas informaciones privadas.
Pese al revuelo causado el pasado mes de febrero, los Príncipes de Gales no han dado muestras de que esto les haya afectado ni lo más mínimo. Tanto es así que el hijo de Hanbury compartió muchos momentos con el príncipe George (9) tanto en la abadía como en el balcón del Palacio de Buckingham.