Ocupa el tercer puesto en la línea sucesoria al trono de Inglaterra y, pese a su corta edad, acapara todas las miradas en cada aparición pública, al igual que sus hermanos. En la reciente coronación de su abuelo, el rey Carlos III ( (74 años), la princesa Charlotte (8) ha deslumbrado por su elegancia y su exquisito comportamiento siguiendo fielmente el protocolo y dando muestras de lo bien preparada que está para cumplir con sus obligaciones reales.
A diferencia de otros royal babies, como Gabriella de Mónaco (8), la pequeña no necesita de grandes firmas para destacar y su armario está poblado de marcas asequibles y de precio medio con las que siempre está perfecta. Detrás de su ropero está su madre, Kate Middleton (41) que siempre encuentra la pieza ideal para que su hija brille con luz propia. Aún es muy pequeña aunque ya empieza a dar señales de lo que se verá en un futuro: otro miembro de la realeza apasionado por la moda.
El 'look' de la coronación
El pasado 2 de mayo, Charlotte dejaba sin palabras al mundo vestida de blanco de pies a cabeza en la Abadía de Westminster. Era la primera vez que lucía un diseño couture, realizado especialmente para ella por la firma favorita de su madre, Alexander McQueen. La ocasión lo merecía: un vestido con capa con bordados, blanco y de largo midi que la convirtió en todo un ejemplo de elegancia. Como calzado, unas merceditas blancas de Papouelli que cuestan 95 euros.
Sobre la cabeza, lucía una preciosa diadema floral de Jess Collet con historia detrás. La sombrerera empezó su negocio gracias a The Prince's Trust, la fundación benéfica del rey Carlos III que fue quien le concedió un préstamo para cumplir su sueño. Un detalle a tener en cuenta. Ya de paso, Chalotte estrenó su primer recogido trenzado, como si de una minireina se tratara.
La sorpresa en el nuevo estilo de Charlotte no fue sólo su look de Alexander McQueen, el vestido que lució en el concierto de coronación también era de estreno y también protagonizaba una primera vez fashion: apostar por una de las firmas que Kate viste constantemente y que debutaba en el armario de la pequeña. Se trata de Self Portrait que firmaba su diseño blanco con volantes y lazo negro al cuello. Perteneciente a la sección de niños de su nueva colección cuesta 265 euros.
Prendas 'made in Spain'
Encima del citado vestido llevaba un abrigo blanco de verano con sello español, repetido. Es de Amaia Kids, fundada por la guipuzcoana Amaia Arrietta, que puede enorgullecerse de haber conseguido tener un papel importante en el vestidor de la pequeña princesa. Ha vestido sus prendas y accesorios en muchas ocasiones y se coló nuevamente en un fin de semana histórico en Inglaterra.
No es ésta la única marca made in Spain que viste la hija de Guillermo de Gales (40). Entre sus preferidas están Zara, Mango, la casa vasca Iruela, que llevaba cuando era un bebé, o M&H, La Coqueta, Manuela de Juan o Ancar. Estas dos últimas vistieron a Charlotte en el funeral de Isabel II, firmando los zapatos y el abrigo respectivamente. "No es la primera vez que lleva nuestros zapatos, porque en Inglaterra la verdad es que estamos muy presentes", confesaba a EL ESPAÑOL Antonio López-de Roca de Juan, el dueño de la compañía, en septiembre del año pasado.
Moda asequible
Para sus conjuntos más informales, los jerséis de Ralph Lauren son sus favoritos. Estrenó uno en tono coral de 115 euros hace unos días durante la jornada de actividades para la comunidad organizada por la Familia Real tras la coronación. Lo combinó con vaqueros cortos y deportivas. De otra firma bastante conocida, JCrew para más señas, era el que llevaba en la foto inédita de Isabel II con todos sus bisnietos que la Casa Real publicaba hace unas semanas. Su precio: 90 euros.
A Charlotte le gustan los vestidos de flores y eligió uno para los retratos oficiales de su octavo cumpleaños, el pasado 2 de mayo. Era de Trotters, una firma low cost británica que últimamente es la que más usa tanto ella como sus hermanos. También suele decantarse por Rachel Riley y Boden, responsables del diseño que llevaba en los ensayos de la coronación y del jersey de rayas de su cumpleaños.
Así pues, a sus ocho años recién estrenados, la hija de Kate Middleton va formando poco a poco un vestidor real que evoluciona hacia prendas más fashion, aunque con mesura. Le queda mucho por crecer, pero tiene madera de it girl. Además, la Princesa de Gales podrá en un futuro regalarla muchos de los diseños que atesora en su colección y que cuida con mimo. Por eso no es extraño verla repetir modelos rescatados de hace una década como si fueran actuales.