El próximo rey de Noruega está disfrutando de los últimos meses que le quedan antes de cambiar de década, al igual que su esposa. Cumplir 50 es una fecha redonda e importante que merece una celebración a la altura, más tratándose de los royals. El príncipe Haakon (49 años) y Mette Marit (49) lo harán el próximo verano: el heredero, el 20 de julio y ella el 19 de agosto. Entran así a formar parte del grupo al que ya pertenece Letizia (50), Mary de Dinamarca (51) o Matilde de Bélgica (50).
Los herederos al trono ya tienen planes para celebrar ese cumpleaños tan especial y los han dado a conocer. "En el verano de 2023, el Príncipe y la Princesa cumplirán 50 años. Quieren resaltar esto destacando algunas de las cosas que más valoran en Noruega", ha expresado en un comunicado la Casa Real. Se avecinan grandes cosas para el país.
La agenda preaniversario ya ha comenzado y continuará durante toda la primavera con viajes alrededor del país para visitar distintos lugares, encontrarse con algunas personas, redescubrir entornos y participar en diferentes actividades. Lo harán juntos y servirá para crear una historia completa de la sociedad, con la vieja y la nueva Noruega, "sobre quiénes somos y qué nos ha formado como pueblo".
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Los primeros acaban de tener lugar para inaugurar la estación de las flores. Haakon y Mette Marit se desplazaron hasta el municipio de Vinje en Telemark para visitar la Academia Rauland, donde se cuida y se desarrolla el patrimonio cultural además de ofrecer estudios en arte tradicional y música folclórica. Allí tuvieron la oportunidad de ver cómo se fabricaban joyas e instrumentos musicales tradicionales en los distintos talleres. Incluso recibieron unas clases de telar.
Posteriormente, el miércoles 29 de marzo, se desplazaron hasta Setesdal, cuna de las tradiciones populares de su país, para cumplir con una apretada agenda. Lo más llamativo es que ambos lucieron trajes típicos como la ocasión lo requería. La pareja real pudo ver un concierto en la antigua iglesia de Bykle y disfrutar de la naturaleza. Ambos se cambiaron de ropa para ir a la estación de esquí de Hovden con algunos alumnos de la escuela de esquí y un maestro. Subieron hasta la cima de la montaña Nos en telesilla y allí conversaron alrededor de la hoguera. Todo muy pintoresco.
Estos son los dos iniciales, a los que seguirán otros tres de las mismas características. En abril irán Finnmark, para imbuirse de la parte sami de la cultura noruega. Se trata de pueblos lapones que habitan al norte del país, con tradiciones propias que se han mantenido vivas de generación en generación. Allí quizá puedan conocer por dentro un lavvo, las tiendas típicas en las que viven, montar en trineo, familiarizarse con los renos o ver auroras boreales. En mayo, finalizará el tour con un viaje a la costa, concretamente a la localidad de Træna para terminar en Oslo, ya en junio.
La gran fiesta llegará el 25 de agosto y aunque no coincide con las fechas de los cumpleaños de Haakon y Mette Marit sí es muy especial para ambos; ha sido elegida a conciencia. Se trata del día en que se casaron, en 2001, así que coincidirá con su vigésimosegundo aniversario de boda y será doble celebración. El evento, que ya se está preparando, se celebrará en el patio trasero del Palacio Real, con invitados de todo el país, entre los que estarán representantes de las distintas instituciones, así como la familia Glücksburg al completo. Allí estarán los reyes Harald (86) y Sonia (85), la princesa Marta Luisa de Noruega (51), quizá con su prometido Durek Verret (47), y los hijos de Haakon, la princesa Ingrid Alexandra (19) y Sverre Magnus (17). También se prevé que haya retratos nuevos conmemorativos.
Estos son los festejos oficiales, aunque Haakon y Mette Marit tendrán actividades privadas en los días de sus respectivos cumpleaños. El ascenso al trono del príncipe heredero podría estar cercano debido a la avanzada edad de su padre, que el pasado mes de diciembre tenía que ser ingresado debido a una infección y que en 2003 superó un cáncer de vejiga. Su hijo le ha sustituido en sus regias laborales en muchos de sus achaques de salud, pero el soberano parece no plantearse la abdicación. "He prestado un juramento ante el Parlamento y eso es algo que creo que dura toda la vida. Es así de simple", decía en 2019 negando que fuera a dejar el trono.