Era el último acto de la semana para ella y nuevamente ha protagonizado una anécdota que confirma su cercanía y naturalidad con sus fieles admiradores. Este jueves 2 de febrero, Letizia (50 años) presidía un acto institucional enmarcado en la celebración del Día Mundial contra el Cáncer, en su papel como presidenta de honor de la Asociación Española Contra el Cáncer.
El acto, celebrado en la Real Fábrica de Tapices de Madrid, ha tenido como protagonista el firme discurso de la esposa del rey Felipe VI (55) pidiendo más medios para la investigación de esta enfermedad. "La prevención tiene que ver con las decisiones conscientes que tomanos en nuestro día a día y en nuestro modo de vida según el conocimiento que tengamos. Por tanto, a mayor conocimiento de salud, mejores decisiones tomaremos", decía desde el estrado.
Una vez finalizado, ha abandonado el lugar y ha saludado a algunas de las personalidades anfitrionas, repartiendo sonrisas y apretones de manos. En ese momento algunas de las personas congregadas a las puertas del edificio, detrás del pertinente cordón de seguridad instalado, han comenzado a aplaudir con entusiasmo mostrándole su apoyo incondicional.
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A continuación, se han escuchado gritos de: "¡Viva la Reina!" y "¡Letizia!". Ella, visiblemente agradecida y sin parar de sonreír, ha saludado con la mano en varias ocasiones diciendo a modo de despedida: "¡Hasta luego!" y "Adiós". Ya casi antes de entrar en el vehículo oficial que la esperaba para llevarla seguramente de regreso a Zarzuela se ha dirigido a otro grupo de personas hablándoles directamente.
No es la primera vez que se dirige de manera directa a la gente que la espera en la calle. Hace unos meses, a la salida de la embajada de Londres tras asistir al funeral de estado de Isabel II, la Reina rompió el protocolo para charlar brevemente con un grupo de mujeres que la esperaban. En esta ocasión el gesto cómplice se ha producido en la distancia, pero ha sido igualmente elocuente.
La escena ha permitido ver con más detalle el estilismo elegido por Letizia para una cita que tiene un especial significado en su agenda y a la que no falta nunca. Sobre su falda plisada de Adolfo Domínguez y su top de cuello redondo de Hugo Boss llevaba el abrigo tipo poncho blanco con rayas negras de Carolina Herrera que estrenó durante la visita al Pueblo Ejemplar 2022, en Cadavedo, el pasado mes de octubre tras la gala de los Premios Princesa de Asturias.