El ascenso al trono de Carlos III (74 años) ha provocado grandes cambios en el seno de la Familia Real británica, ahora centralizada en torno al primogénito de la desaparecida Isabel II. Si bien aún quedan varias semanas para su coronación, que tendrá lugar el próximo 6 de mayo, el actual rey inglés lleva desde el primer momento realizando cambios en la institución para desmarcarse de las muchas polémicas que la están afectando.
Tras vivir su momento más crítico con la publicación de Spare, el libro de memorias del príncipe Harry (38), el tabloide The Sun acaba de desvelar que la disputa entre el soberano y su hermano más controvertido, el príncipe Andrés (62), tiene un nuevo capítulo.
Según asegura en su versión digital, Carlos III ha expulsado al deshonrado duque de York del palacio de Buckingham, donde todavía conservaba un apartamento. Aprovechando las obras de remodelación de la residencia londinense, su hermano le habría comunicado que no puede seguir utilizando sus habitaciones, conocidas como Chamber Floor.
"No es un miembro oficial de la Familia Real, el Rey ha dejado claro que el palacio de Buckingham no es lugar para el príncipe Andrés. Primero cerró su despacho, el año pasado, y ahora su dormitorio", ha especificado una fuente cercana a Carlos al citado medio, añadiendo que "cualquier tipo de presencia del príncipe Andrés en palacio ha acabado oficialmente".
Por ello, todas las posesiones que tenía ahí han sido guardadas en cajas y sacadas del histórico edificio, a donde no volverán. A partir de ahora, si el duque de York quisiera alojarse en Londres podría hacerlo en el cercano palacio de St. James, que le ha sido ofrecido.
"A Andrés le encantaba tener unas estancias en el palacio de Buckingham. En ellas no solo se instaló para su vida de pareja con Sarah Ferguson, sino que también las usó tras su divorcio, como piso de soltero. Llevó incluso a algunas de sus novias allí, incluida a la modelo Caprice Bourret", añade la citada fuente a The Sun, que señala que "un piso de soltero en St. James no tiene el mismo atractivo para un hombre soltero".
Hace poco más de un año, se conocía una de las obsesiones más secretas del Andrés, que tienen relación con Chamber Floor. Según se desvelaba, el Príncipe contaba con una amplia colección de peluches que debían ser colocados de una forma específica sobre su cama de Buckingham. Para lograrlo llegó incluso a dibujar un boceto para que el personal supiera cómo debía colocar los muñecos.
Así lo aseguraba uno de sus antiguos ayudantes, Paul Page, que explicó en un documental de la cadena ITV que "si los peluches no estaban bien colocados, el príncipe Andres se ponía a gritar".
Caso Epstein
La noticia de su destierro del Palacio de Buckingham llega apenas unos días después de conocerse que el príncipe Andrés estaría pensando en reabrir su caso de abuso sexual y revocar el acuerdo al que llegó hace casi un año por el caso que enfrentó contra Virginia Giuffre. Aquel pacto lo libró de sentarse ante un juez, pero lo obligó a pagar una millonaria cifra.
Según los medios británicos, el duque de York ha consultado con algunos abogados la posibilidad de que Virginia Giuffre se retracte. Aunque el caso parecía haberse cerrado, dio un giro inesperado después de que la estadounidense retirara una demanda por difamación que había interpuesto contra el abogado y profesor Alan Dershowitz al admitir que podía haber cometido un error al identificarlo y acusarlo de abuso.
Pese a que esta opción no ha sido negada por el entorno del Príncipe, el fiscal Spencer Kuvin, defensor de las víctimas de Jeffrey Epstein, considera que son escasas las posibilidades de que éste consiga anular el acuerdo millonario al que llegó con Virginia Giuffre para zanjar el caso. Cabe recordar que a lo largo del proceso el duque de York nunca admitió las acusaciones de la víctima.