Entre los muchos y jugosos detalles que recoge Spare, la biografía con la que el duque de Sussex está llenando de ceros su cuenta corriente y poniendo en aprietos a la monarquía, hay que destacar la famosa pelea entre Meghan Markle (41 años) y Kate Middleton (40) días antes de la boda. El príncipe Harry (38 años) ha contado su versión del asunto, pero el testimonio de una persona neutral resulta revelador. Él es el modisto y diseñador Ajay Mirpuri, que trabajó con la novia durante la preparación de los trajes de las damas de honor y al fin ha roto su silencio para desvelar lo que él vivió.
Para entender bien la historia se debe empezar por el principio. La prensa británica acusó a la duquesa de Sussex de haber hecho llorar a su cuñada tras una discusión mientras se preparaba el enlace. Harry, en su libro, matiza que fue al revés, sacando a la luz el origen del conflicto y los mensajes que las protagonistas se intercambiaron.
El problema vino por los diseños de las pequeñas damas de honor, encargados a Givenchy, la firma creadora también del vestido nupcial. Cuando llegó el de su hija, la Princesa de Gales se lo probó y vio que no lo sentaba bien. "El vestido de Charlotte es demasiado grande, largo y holgado. Lloró cuando se lo probó en casa", le escribió en un mensaje a Meghan. Esta le respondió: "Ya te he dicho que el sastre está esperando desde las ocho de la mañana en Kensington Palace. ¿Puedes llevar a Charlotte para que se lo ajusten como están haciendo las otras madres?".
La pelea siguió cuando Kate dijo que los vestidos había que repetirlos, no arreglarlos y que estaban a cuatro días del enlace. "Sí, Kate, lo sé. No sé qué más decir. Si el vestido no le queda bien, lleva por favor a Charlotte a ver a Ajay (el sastre), ha estado esperando todo el día", contestó Meghan. El príncipe Harry asegura en su libro que poco después llegó a casa "y me encontré a Meghan llorando en el suelo". Dos versiones opuestas, que podrían no serlo tanto.
Ajay Mirpuri estuvo presente en todo el proceso porque fue el encargado de arreglar esos trajes y vivió el tremendo estrés que eso supuso para Markle. Ahora, el sastre ha hablado para el Daily Mail explicando lo que se vivió en el Palacio de Kensington y el Castillo de Windsor en esos días en los que se trabajó de forma frenética de la mañana a la noche. "Si algo sucedió, no sucedió frente a mí. Pero sí, las bodas son estresantes en el mejor de los casos. Especialmente una a este alto nivel, hay que entender eso. Se enfrentaron a un problema como el que tiene cualquiera en una boda, con contratiempos de última hora", empieza diciendo al entrevistador.
No le extraña, por tanto, que pudiera haber lágrimas por parte de cualquiera de las dos o de las dos, cada una por sus motivos, aunque resulta evidente que la novia sería la persona más nerviosa en ese momento. "Puedo entender por qué alguien se molestaría si los vestidos no le quedaran bien; pierdes los nervios", asegura.
"Lo siento por todos ellos, porque nadie querría que los niñas salieran a un gran escenario con un vestido que no les quedaba bien, y eso es lo que pasaba", añade. Por suerte, allí estaba Ajay Mirpuri, que regenta una pequeña empresa de moda en Londres llamada Mirpuri Bespoke.
Él y su equipo obraron el milagro: "Tuvimos que arreglar los vestidos de las seis damas de honor, y lo hicimos. Soy monárquico y quería hacer todo lo posible con mi pequeña empresa para servir a la Familia Real. Simplemente asentimos y dijimos: 'Ahora que estamos aquí, tenemos que arreglarlo para que el día que Gran Bretaña salga bien". Agradece que el príncipe Harry haya contado los entresijos del problema en Spare: "Si este libro no hubiera salido, nadie habría sabido que éramos nosotros".