Las visitas al extranjero de las casas reales siempre dejan un amplio desfile de estilismos de cóctel y de gala espléndidos. Esta vez ha sido Máxima de Holanda (51 años) quien, acompañando a su marido el rey Guillermo (55), ha protagonizado un viaje oficial a Suecia, donde ha deslumbrado, rescatando de su armario alguna de sus prendas más llamativas. También ha habido un estreno, creación de su firma de cabecera, Natan Couture, que está muy presente en su ropero.
Sus anfitrionas, la reina Silvia (78), su hija mayor, la princesa Victoria (45), y su nuera, Sofía (37), también han brillado con luz propia, cada una en su estilo. Han sido varios días llenos de recepciones, una cena de gala y un concierto y en cada una de las ocasiones las royals han elegido estilismos ad hoc. Tampoco han faltado las tiaras, todas brillantes, espectaculares y con historia. En EL ESPAÑOL repasamos las piezas de la maleta de la reina holandesa y los outfit de las Bernardotte.
1. La recepción de llegada
Su único estreno y el más discutido. Máxima apostó por un vestido de mangas globo y corte arquitectónico en rosa empolvado de Natan Couture, a juego con un tocado, bolso de Hermès nude y salones de Gianvito Rossi. Antes de entrar en palacio había llevado encima su capa de Valentino. Los reyes holandeses posaron con la princesa Victoria, con un vestido morado de Camilla Thulin y accesorios en burdeos. Sofía de Suecia, esposa del príncipe Carlos Felipe (43), fue de rojo en la recepción, con un vestido de Lilli Jahilo, cuyo precio es 1.050 euros, muy del estilo de Letizia (50). Lo combinó con bolso y salones de pulsera en el mismo tono. La reina Silvia se decantó por el verde.
2. Cena de gala
El 11 de octubre, primer día de la visita oficial, tuvo lugar la consabida recepción nocturna, donde todas vistieron de largo y con tiara. La reina holandesa sacó de su armario uno de sus vestidos más espectaculares, en rosa con bordados florales y escote asimétrico con capa saliendo de uno de sus hombros. Es de Jan Taminiau y lo había llevado en 2019 en un viaje a la India, de ahí el corte tipo sari de la pieza. Coronando el estilismo, la tiara Stuart, realizada con 900 diamantes y de un valor incalculable. Llamó la atención también el broche con forma de lazo, decorado con cinco diamantes rosas. Igualmente espectacular era la joya de Silvia de Suecia, que escogió la tiara Braganza que había lucido en la boda de su primogénita con en 2010, con un vestido fucsia de manga larga.
Las princesas Victoria y Sofía, por su parte, se decantaron por el verde y el morado para sus looks de noche. La heredera de nuevo con un diseño de Camilla Thulin de escote asimétrico y falda de vuelo. La tiara Napoleónica, una de sus preferidas, con amatistas a juego con el vestido y la cruz de la Orden del León Neerlandés completaban el conjunto. Su cuñada lució un vestido de escote Bardot de la firma Ida Lanto, con la tiara que llevó en su boda.
3. Encuentro con daneses
En el día dos de su visita oficial, los reyes holandeses se reunieron con empresas de su país y compatriotas que viven en Suecia en el Grand Hotel de la capital. Máxima rescató otro vestido de Natan Couture, de seda en verde, con volantes en las mangas, largo a ras de rodilla y abertura en el escote. Añadió su capa beis de Valentino. El bolso de mano y los salones también eran repetidos.
También visitaron el SciLifeLab (Science for Life Laboratory) para el que la reina se cambió de ropa luciendo un mono de estilo retro con botonadura vista y pernera acampanada de Costarellos en azul marino. Esta vez cambió los stiletto por unos botines más informales de Gianvito Rossi, que son una novedad en su zapatero.
4. Noche de concierto
Era la tradicional velada que los invitados ofrecían a sus anfitriones, como suele hacerse en los viajes de estado. La esposa del rey Guillermo brilló con luz propia gracias a uno de sus diseños estrella, que ya lució en la celebración de su 50 cumpleaños. Es de Iris van Herpen, confeccionado en gasa transparente que deja al aire sus hombros. El forro en beis con hilos azules bordados que van creando líneas sinuosas. El collar con una gran esmeralda remataba el estilismo.
Esa noche fue Sofía de Suecia quien le robó un poco el protagonismo gracias a su imponente vestido de lentejuelas semitransparente con mangas XL, de Ida Lanto. Mucho más sencilla fue la princesa Victoria, de blanco. Su vestido, muy original, llevaba una capa con flecos incorporada y escote en uve. El bolso de mano, de Judith Leiber, tenía cristales de Swarovski.
5. Despedida vestida de Zara
En su último día de su viaje oficial, Máxima estrenó moda española, Inditex para más señas. Estrenaba un traje de chaqueta en color berenjena de pantalón acampanado, perteneciente a la nueva colección de Zara y cuyo precio es 90,50 euros. Lo combinó con un abrigo fucsia de Massimo Dutti, también nuevo, una camisa rosa y una preciosa diadema a juego salpicada con aplicaciones. Es de Namjosh y cuesta 40 euros.