Margarita II de Dinamarca (82 años) comunicó el pasado 28 de septiembre, por sorpresa, su decisión firme y oficial de despojar de los títulos de príncipe a los cuatro descendientes de su hijo menor, Joaquín de Dinamarca (53).
La Casa Real danesa lo dio a conocer y desveló que este deseo de la Reina entrará en vigor el próximo 1 de enero. La justificación que dio la monarca a este inesperado movimiento es que sus nietos puedan formar su "propia vida" sin las obligaciones de la institución.
El hijo aludido por la decisión de Margarita II se ha mostrado "triste" y "decepcionado" por la retirada de los títulos a sus vástagos y arremetió contra el polémico anuncio. Pues si este deseo de la soberana se lleva a cabo sus hijos Nicolás (23) y Félix (20) -fruto de su primer matrimonio con la condesa Alejandra- y Enrique (13) y Athena (10) - de su segundo casamiento con la princesa Marie- estarán desvinculados de la actividad monárquica y de todo lo que ello conlleva.
Esta decisión de Margarita II ha provocado todo un tsunami en el país danés y, sobre todo, intramuros en la Casa Real. De hecho, Joaquín y su mujer, Marie de Dinamarca (46), han mostrado su enfado público, al tiempo que han denunciado el 'bullying' que está sufriendo su hija Athena (10): "Está sufriendo acoso en la escuela. Vienen y le dicen: '¿Eres tú la que ya no es una princesa?'. Athena nos pregunta que cómo se llamará ahora y quiere saber por qué ya no tiene el mismo tratamiento".
Sea como fuere, una tensa y delicada situación familiar que ha ocasionado que la Reina emitiera un comunicado como abuela y madre. En medio de este desencuentro real -que tan sólo se ha sumado a otras tiranteces entre la familia, como la difícil relación que libran los hermanos Joaquín y Federico de Dinamarca (54)-, este sábado, 8 de octubre de 2022, se ha hecho pública una reunión 'secreta' entre Margarita y su hijo Joaquín.
Tal y como ha trascendido, madre e hijo se han dado cita para suavizar el desencuentro que ha ocasionado en la Familia Real danesa la última decisión de la reina Margarita, limar asperezas y acercar posturas. Así las cosas, el hermano menor de Federico de Dinamarca ha viajado desde París para reunirse con su madre en el noreste de Selandia. Así lo ha confirmado la Casa Real a los medios daneses: "Sí, es correcto que la Reina y el Príncipe Joachim hayan hablado juntos en Fredensborg".
Lene Balleby, jefa de comunicaciones de la Casa Real, ha confirmado que la reina Margarita y el príncipe Joaquín se han sentado cara a cara y han hablado largo y tendido. "Todos están de acuerdo en mirar hacia adelante, y como ha expresado la propia Reina, ella y el príncipe Joaquín quieren tranquilidad para salir adelante en esta situación", aseguran desde la Casa Real danesa.
En este reencuentro ha llamado la atención la ausencia de Federico de Dinamarca. La publicación danesa 'BT' ha confirmado que en esa reunión no participó el príncipe Federico. El corresponsal real del medio danés, Jacob Heinel Jensen, ha asegurado que "no es sorprendente" la ausencia de Federico de Dinamarca en la reunión.
"El propio príncipe Joaquín ha reconocido que la relación con la pareja del príncipe heredero fue complicada, por lo que no es de extrañar que él no estuviera allí. Es decisión de la reina, y ella es quien debe soportar la peor parte", ha manifestado este profesional.
Las palabras de la Reina
El pasado lunes, 3 de octubre, a última hora de la tarde, Margarita de Dinamarca respondió a las plegarias de su hijo y habló sobre la polémica en un rotundo comunicado oficial emitido a través de las cuentas de la Casa Real.
"En los últimos días, ha habido fuertes reacciones a mi decisión sobre el futuro uso de títulos para los cuatro hijos del príncipe Joaquín. Obviamente me afecta", comenzó el texto rubricado por la Reina.
"Mi decisión ha tardado mucho en llegar. Con mis 50 años en el trono, es natural tanto mirar hacia atrás como hacia adelante. Es mi deber y mi deseo como Reina asegurar que la monarquía siga formándose de acuerdo con los tiempos. A veces requiere tomar decisiones difíciles, y siempre será difícil encontrar el momento adecuado", expresó poniendo en contexto su inesperado movimiento con cuatro de sus nietos.
Y añadió en un punto determinante del comunicado: "Llevar un título real conlleva una serie de obligaciones y deberes, que en el futuro serán responsabilidad de menos miembros de la Familia Real. Esta adaptación, que veo como una salvaguardia necesaria para el futuro de la monarquía, la quiero hacer en mi tiempo".
Además, aseguró con rotundidad que es una decisión meditada, por el bien de la institución, pero que no valoró lo suficiente qué consecuencias personales tendría: "He tomado mi decisión como Reina, madre y abuela, pero como madre y abuela he subestimado lo afectados que se pueden sentir mi hijo menor y su familia. Causa una gran impresión, y lo siento por eso".
Pero su conclusión es firme, y recalcó al final de su texto lo importantes que son todos sus familiares para ella: "Que nadie dude de que mis hijos, nueras y nietos son mi gran alegría y orgullo. Ahora espero que nosotros, como familia, podamos encontrar la paz para encontrar nuestro camino a través de esta situación".