Con la emoción contenida no sólo por haber perdido a su reina, sino a su madre, hace apenas 24 horas, el rey Carlos III de Inglaterra (73 años) se ha dirigido a la nación este viernes 9 de septiembre pronunciando su primer discurso.
Sin dejar ningún detalle al azar, vestido de riguroso luto en un tenue salón del palacio de Buckingham y junto a una fotografía de la reina Isabel II en la que luce un alegre color turquesa, el flamante soberano ha puesto en valor la enorme figura histórica de su progenitora. También ha encontrado la ocasión para recordar a sus dos hijos, los príncipes Guillermo (40 años) y Harry (37).
A su primogénito y la esposa de éste, Kate Middleton (40), los ha nombrado oficialmente príncipes de Gales, el título que ostentaba él hasta hace escasas horas, y la recordada Diana de Gales, fallecida hace ya 25 años en un accidente de tráfico. A pesar de su abrupta salida de la Familia Real británica y las entrevistas que ha ido concediendo después, el monarca ha ejercido de padre, y de suegro, y ha encontrado oportuno citar en el discurso más importante de su vida institucional al príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle (41).
"Como mi heredero, Guillermo ahora asume los títulos escoceses que tanto han significado para mí. Me sucede como duque de Cornualles y asume las responsabilidades del ducado de Cornualles que he asumido durante más de cinco décadas. Hoy me enorgullece nombrarlo Príncipe de Gales, Tywysog Cymru, el país cuyo título he tenido el gran privilegio de llevar durante gran parte de mi vida y de mi deber. Con Catherine a su lado, nuestro nuevos Príncipe y Princesa de Gales, lo sé, continuarán inspirando y liderando nuestras conversaciones nacionales, ayudando a trasladar lo marginal al centro de atención, donde se puede brindar ayuda vital. También quiero expresar mi amor por Harry y Meghan mientras continúan construyendo sus vidas en el extranjero", ha expresado el Rey.
El 'Megxit'
El 8 de enero de 2020, los duques de Sussex informaron de manera oficial a la reina Isabel II de que daban un paso atrás y dejaban voluntariamente de ser miembros de primera línea de la Familia Real británica. En el comunicado manifestaban, además, su intención de mudarse de país -en un principio a Canadá, ahora viven en la exclusiva ciudad de Montecito, en California- y ser independientes también en el plano económico.
No fue hasta el día 31 de marzo de aquel año, en plena pandemia por el estallido del coronavirus, cuando se hizo efectiva, de manera oficial, la salida de Meghan y Harry del palacio de Buckingham. A aquella marcha, en los medios de comunicación se le llamó el Megxit, haciendo un juego de palabras con el Brexit.
A partir de entonces, los duques de Sussex dejaron de contar con su asignación anual, con su oficina en el palacio de Buckingham y pasaron a estar representados por un equipo de su fundación sin ánimo de lucro. Hoy tienen dos hijos, Archie Harrison (3) y Lilibet Diana Mountbatten-Windsor (2) y hacen su vida alejados de la pompa y el boato propios de la institución monárquica.