La Reina ha vuelto al trabajo. Tras tener que anular todos sus actos de la semana pasada por culpa de dar positivo en Covid-19, este martes 12 de julio ha podido volver a su rutina. Eso sí, lo ha hecho con un complemento especial, que no le pega nada a nadie y que todos estamos deseando no volver a llevar, la mascarilla.
Letizia (49 años) ha presidido el acto inaugural de la V Jornada sobre Tratamiento informativo de la discapacidad en los medios de comunicación, organizado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Fundación A LA PAR que ha tenido lugar en Madrid.
Toda España sufre una ola de calor y la capital española no se escapa. La ciudad está sufriendo temperaturas de hasta 40 grados a las horas centrales del día. Pero si algo hemos aprendido de la Reina en estos años es que ella no tiene termostato, y que poco le afecta el calor o el frío a la hora de vestir. Es decir, le encanta lucir brazos e ir sin mangas, y precisamente hoy, uno de los días con las temperaturas más altas del verano, luce una chaqueta de manga larga. Cosas que nunca llegamos a entender.
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La esposa de Felipe VI (54) ha tirado de armario y ha elegido un traje de chaqueta que ya habíamos visto. Se trata de un diseño con blazer y pantalón capri, firmado por la marca española Adolfo Domínguez de hace dos veranos, aunque ella lo estrenó el año pasado. Pero está claro que sigue estando de moda gracias a su color, azul cielo, uno de los tonos que más se ve ahora mismo y que le da un toque naíf ideal.
El día que lo lució por primera vez, hace justo un año, lo combinó con un top blanco y unos salones de Magrit, esta vez ha decidido tirar por algo más cómodo. Ha cambiado el top por una blusa de escote en forma de V y con un volante en la parte inferior y ha dejado los tacones en casa para cambiarlos por las cuñas de sus amadas alpargatas. Son el modelo en rosa clarito de Macarena Shoes, un choque demasiado cursi con el azul pastel del traje, pero si algo tenemos claro es que este verano va a ser el del esparto.