A escasas horas de su asistencia a la celebración de los Invictus Games en La Haya, en los Países Bajos, los duques de Sussex, el príncipe Harry (38 años) y Meghan Markle (40), han viajado en secreto a Londres para reunirse con la reina Isabel II de Inglaterra (95).
Una reunión inesperada, un reencuentro clave que ha avanzado el medio británico The Sun. Se trata de la primera vez que el matrimonio pisa suelo británico desde que en marzo de 2020 dejara de representar a la Casa Real británica.
Esta visita al castillo de Windsor tiene lugar después de que la monarca, de 95 años, reconociera que se encuentra "exhausta" como consecuencia de la Covid-19. De este modo, y a pesar de las diferencias que han existido entre las partes durante este tiempo fuera de la institución, Harry y Meghan han querido arropar a la Reina en este delicado trance.
Tal y como recoge el mencionado medio, se desconoce si los duques han viajado con su hijo Archie (2), al que Isabel II aún no conoce. Según fuentes oficiales, el matrimonio también ha coincidido en Windsor con el príncipe Carlos (73). Los Sussex han sido reconocidos a su llegada al castillo por unos turistas que viajaban en autobús.
Según apunta The Sun, la pareja sonrió y saludó a los asombrados visitantes, que estaban en Windsor para la tradicional ceremonia del Jueves Santo. Un espectador asegura al medio: "No podía creerlo cuando vi quién era. Saludamos y ellos nos devolvieron el saludo".
Y añade el informante: "Se veían felices y relajados y saludaron a todos. Fue todo un espectáculo. Sabíamos que podríamos ver a Carlos y a la duquesa de Cornualles en la ceremonia, pero nunca creímos que nos encontraríamos con Harry y Meghan".
Antes de este nuevo encuentro secreto con su abuela que acaba de revelarse, Harry ya había regresado al país sólo en dos ocasiones. La primera, para participar en el sepelio de su abuelo el duque de Edimburgo el 17 de abril de 2020, cuando Meghan estaba embarazada de su segundo hijo.
Más tarde, el hijo menor del príncipe Carlos, regresó a Inglaterra sin la compañía de su mujer para asistir en julio de 2021 a la inauguración de una estatua en homenaje a su difunta madre, la princesa Diana de Gales, junto a su hermano el príncipe Guillermo (39).
Desde su retirada de la monarquía, la relación entre los duques de Sussex y el resto de la familia real ha sido tensa, especialmente después de que la pareja revelara en una entrevista en EE.UU. que Meghan se había sentido mal tratada durante su estancia en Palacio, y experimentado racismo por parte de un miembro de la realeza.
Enrique criticó, por su parte, la cultura palaciega y prepara ahora una reveladora biografía. También está inmerso en el Reino Unido en un pleito contra el Ministerio del Interior por su negativa a facilitarle protección personal cuando visita el país, a pesar de que se ha ofrecido a pagarlo de su bolsillo.
La polémica de Harry
Hacía mucho tiempo que Harry de Inglaterra no regresaba a Europa. En concreto, desde el 14 de abril de 2021, día del funeral de Felipe de Edimburgo. Ni siquiera regresó con motivo de la misa en memoria de su abuelo, celebrada el pasado 29 de marzo.
De hecho, Harry fue el único familiar directo del príncipe Felipe que no acudió a la ceremonia, a la que incluso asistieron diferentes miembros de la realeza europea, como los reyes de España, los de Holanda o el príncipe Alberto de Mónaco (63).
Una decisión que le convirtió en el centro de las críticas, especialmente tras conocerse que sí cogería un avión poco más de dos semanas después para estar en La Haya, Países Bajos, con motivo de la celebración de los Invictus Games, que comienzan este sábado 16 de abril.
Pese a todo, el hijo de la fallecida Diana de Gales no ha cambiado de opinión y en unas horas hará su esperada reaparición, que además estará acompañada de una nueva polémica.
No porque no haya manifestado si visitará a su abuela, Isabel II -quien todavía no conoce a su hija pequeña, Lilbeth Diana, de nueve meses-, sino porque el Príncipe estaría aprovechando los juegos para hacer publicidad de otros de sus dos proyectos.
Así lo asegura una de las personas que más han estudiado su figura, la biógrafa real Angela Levin, autora del libro de 2018 'Harry: Conversations with the Prince'. En conversación con el medio MailOnline, la escritora desvela el malestar que hay en Reino Unido por esta supuesta maniobra empresarial.
Según se ha conocido, el duque de Sussex ofrecerá, a través de su start-up de salud mental, Better Up, "asesoramiento individual y evaluaciones personalizadas para apoyar a las personas involucradas con Invictus".
Algo que, en palabras de Levin, no haría si se tratara de otra organización ajena a su figura. "Harry ha dicho que 'no podía pensar en un mejor socio para los Invictus Games que su plataforma. ¿Alguien cree que diría eso si se tratara de otra empresa?", se pregunta.
[Más información: El príncipe Harry regresa a Europa envuelto en una nueva polémica: la 'traición' de su biógrafa personal]
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