La gira caribeña del príncipe Guillermo (39 años) y Kate Middleton (40) ha terminado este sábado 26 de marzo. Tras una semana en la que han recorrido varios países como Belice o Jamaica con el objetivo de unir lazos con los países de la Commonwealth, los duques de Cambridge se han despedido con una cena de gala. Una cita que ha tenido lugar en el hotel Gran Hyatt Baha Mar de Nasáu, capital de Bahamas, y en la que la nuera de Carlos de Inglaterra (73) ha vuelto a ser protagonista gracias a su estilismo.
Kate, que ha sorprendido durante todo el tour gracias a una cuidada maleta, ha vuelto a hacerlo una vez más gracias a un favorecedor vestido de color azul hielo. Un diseño de la británica Phillipa Lepley, conocida por sus trajes de novia. De corte griego y confeccionado a medida para ella, esta elegante pieza posee un corte de lo más original gracias a su marcada cintura y la falda amplia, además de los tirantes terminados en lazos. Un vestido propio de una princesa que la duquesa ha combinado con un bolso de mano a tono de satén, firmado por Lulu Guinness, y tacones de aguja plateados.
En cuanto a las joyas, en esta ocasión no ha hecho uso del impresionante joyero de la Familia Real británica y ha lucido el anillo de compromiso que heredó de su suegra, Diana de Gales, junto a un juego de nácar de Van Cleef & Arpels. Unos pendientes y colgante a juego que ya lució durante los premios Bafta de 2020 y que pertenecen a la colección Magic Alhambra. El príncipe Guillermo, por su parte, lució un blazer de terciopelo azul de amplias solapas y una gran pajarita a tono.
En cuanto al vestido de Middleton, las comparaciones no se han hecho esperar y hay quienes han visto un gran parecido entre el vestido de princesa que ha lucido en Nasáu y el look que Grace Kelly llevó en los premios Oscar de 1954, cuando recogió el galardón a 'Mejor actriz' por la cinta La angustia de vivir.
El sábado 26 de marzo, un día después de la recepción, los duques de Cambridge han regresado a Reino Unido, poniendo punto final a este viaje oficial en el marco del Jubileo de Platino de la reina Isabel II (95). Si bien los estilismos de Kate y las imágenes de complicidad entre la pareja han marcado muchas de las jornadas, el tour también ha estado marcado por la polémica.
En Belice, el primer país que visitaron en su gira por el Caribe, los duques de Cambridge tuvieron que hacer frente a las protestas de la población de Indian Creek, que les obligó a suspender una de las visitas. En Jamaica, el segundo destino al que viajaron, el primer ministro, Andrew Holness, aclaró que aunque estaba agradecido con la llegada de Kate y Guillermo, la isla tiene intenciones de cumplir con sus verdaderas ambiciones "como un próspero país independiente desarrollado".
Al margen de estas dificultades, los duques de Cambridge se han mostrado cercanos y divertidos. En cada nación que han visitado, además, han disfrutado de un sinfín de actividades que han dejado espectaculares fotografías. En su gira por el Caribe y el Atlántico, Kate Middleton y el príncipe Guillermo han conocido ruinas mayas, han buceado y hasta han gozado de la música reggae.
La duquesa de Cambridge, además, ha dado qué hablar por sus estudiados estilismos. Kate ha escogido una llamativa paleta de colores -azul cobalto, verde esmeralda, amarillo canario o azul hielo- con la que ha rendido homenaje a los países visitados. En Jamaica, además, sorprendió al lucir un espectacular vestido blanco que recordó al estilismo que llevó la reina Isabel II en 1954, durante su visita a Sídney, Australia.
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