Este jueves 13 de enero fue un día decisivo en la Corona británica. La Casa Real anunció a través de un contundente comunicado que la reina Isabel II (95 años) despojaba al príncipe Andrés (61) de todos sus títulos militares debido a sus problemas judiciales por los presuntos abusos sexuales a una menor.
"Con la aprobación y el acuerdo de la Reina, las afiliaciones militares y los patrocinios reales del duque de York han sido devueltos a la Reina. El duque de York seguirá sin asumir ninguna función pública y defiende este caso como ciudadano privado", se explicaba en el comunicado, difundido a través de las redes sociales de la Jefa de Estado.
Aunque el príncipe Andrés abandonó sus funciones públicas en 2019 cuando se le relacionó con el malogrado pederasta norteamericano Jeffrey Epstein, y no volvió a asistir a ningún acto militar, conservaba hasta este jueves sus funciones en ocho regimientos británicos.
Isabel II tomó esta drástica decisión días después de que 152 veteranos de guerra la instaran a que retirara estos honores a su hijo y, tal y como ha desvelado el periódico local Daily Mail, tras una "amplia discusión" dentro de la Familia Real después de que el príncipe Andrés fallara en su intento de persuadir al juez encargado del caso para que desestimara la demanda civil en la que se le acusa de abusos sexuales.
De acuerdo con el medio británico, el príncipe Carlos (73) y su primogénito, Guillermo (39) fueron "instrumentales" en la firmeza de la monarca tras conocerse el veredicto de la Justicia estadounidense. "Se trata de la supervivencia de la institución a toda costa. Siempre lo ha sido y siempre lo será", expresó una fuente de Palacio al mencionado periódico. "Fue una decisión despiadada y rápida que habría sido recomendada por el príncipe de Gales y el duque de Cambridge y sancionada por la Reina", añadió otra persona del entorno.
Mientras que el príncipe habló con su madre por teléfono tras la sentencia contra su hermano, el duque de Cambridge lo hizo personalmente en el Castillo de Windsor. En esta misma residencia Isabel II mantuvo una reunión con el príncipe Andrés de aproximadamente 90 minutos.
Algunas declaraciones que recoge la prensa británica aseguran que la decisión habría "dolido" enormemente a la Reina, dada la posición del príncipe Andrés como su supuesto hijo favorito. No obstante, sabía que necesitaba actuar por el bien de la monarquía y su legado. "Ella tiene la capacidad, cuando llega el momento, de saber qué es lo mejor para la institución y actuará en su papel de jefa de estado, no de madre", expresó otra fuente cercana a Isabel II.
La resolución del juez
El anuncio por parte de la Casa Real llegó después de que el juez encargado del caso en Nueva York rechazara los argumentos del abogado del príncipe Andrés, quien solicitaba a la Justicia estadounidense que se desestimara la demanda civil presentada por Virginia Giuffre (38).
El letrado Andrew Brettler argumentaba entre otras cosas que un acuerdo económico de medio millón de dólares que la australiana-estadounidense alcanzó en 2009 con Jeffrey Epstein para evitar demandas, protegía también al príncipe. Dicho pacto de confidencialidad se hizo público el lunes 3 de enero tras permanecer más de una década en secreto.
La decisión del magistrado, Lewis Kaplan, llegó después de una vista oral celebrada el pasado martes 4 de enero, en la que la defensa del hijo de la reina Isabel II defendía que ese acuerdo blindaba al príncipe Andrés ante la Justicia al cubrir a otros "potenciales acusados" en la presunta trama de tráfico sexual de menores liderada por Epstein.
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