La princesa Marta Luisa de Noruega (50 años), junto a sus hijas, ha pasado la Navidad en Estados Unidos, donde reside su pareja sentimental, el chamán Durek Verret (47). Así, la hija de los reyes Harald (84) y Sonia de Noruega (84) ha disfrutado de las fiestas navideñas con el hombre que le devolvió la ilusión en 2019.
Ambos han demostrado que la distancia no es un impedimento en su historia amorosa -ella vive en el país nórdico, y Verret en Norteamérica-, y continuos han sido los viajes que uno y otro han emprendido para verse. En esta ocasión, ha sido la Princesa quien no ha dudado en trasladarse hasta California. No obstante, este último reencuentro podría esconder algo más que festejar las pasadas navidades.
Según avanza el medio noruego Se og Hor, Durek estaría luchando contra una enfermedad renal "grave". Siempre de acuerdo a esta información, esta dolencia obliga al chamán a pasar por diálisis varias veces a la semana, entre tres y cinco, ha cruzado el Atlántico recientemente. El río de informaciones que se han desatado en los últimos días no se ha detenido ahí. Otros medios de comunicación sostienen que Verret ha sido visto en varias ocasiones visitando el centro de diálisis DaVita, en Santa Mónica, algo retirado de su lugar de residencia, en Beverly Hills. Lo cierto es que los problemas de salud de la pareja chamán de Marta Luisa no son actuales. Entre 2004 y 2012, Shaman tuvo que someterse de nuevo a diálisis debido a una insuficiencia renal. Tiempo después a las fechas expuestas, llegó a recibir un riñón de su propia hermana.
En aquel momento, esta operación supuso un desembolso económico importante para la familia en lo que respecta a la recuperación, teniendo en cuenta que los gatos de la cirugía fueron cubiertos por la sanidad pública del país. Pese a que bache de salud, Shaman y Marta Luisa de Noruega están dispuestos a batallar contra la enfermedad juntos. Este no es el único escollo al que se enfrenta la pareja. En concreto, Marta Luisa.
El mensaje desesperado de Marta Luisa
El pasado 25 de diciembre de 2022, día de Navidad, fue una fecha agridulce para la Familia Real noruega. Ese día, pero del año 2019, Ari Behn, exmarido de la Princesa, y padre de sus tres hijas, se quitaba la vida. Como se desveló en los días posteriores a su muerte, sufría una grave depresión de la cual no vio salida. Lejos de convertir el tema en tabú, su entorno más cercano, incluidos sus padres, decidieron hablar de su enfermedad para visibilizarla.
Justo cuando se cumplieron dos años de su muerte, el recuerdo de Behn sigue muy presente en los que le conocieron, y la que fuera su mujer publicó un importante post en sus redes sociales. Con él, no solo demostró lo que le echa de menos, también compartió un mensaje que podría evitar un final tan trágico como el que sufrió el escritor y que tanto dolor causó a la familia.
"Les deseo a todos una maravillosa, pacífica y feliz Navidad", comenzó escribiendo la princesa, que siguió: "Recuerda que eres valioso y digno de ser amado. Quien quiera que seas y lo que sea que sientas, es importante". Unas sencillas palabras que, sin embargo, tienen un gran poder, tal y como le hicieron saber sus seguidores, que le mandaron todo su amor en unos días que fueron difíciles tanto para Marta Luisa como para sus hijas.
Tras aquel trágico suceso, la hija de los Reyes de Noruega se convirtió en ese momento en una gran defensora de la salud mental, poniéndola como prioridad y demostrando la importancia de su tratamiento. Pero no solo ella, también su hija mayor. Pese a que todavía era una niña, Maud Angélica (18), que solo tenía 16 años cuando su padre se suicidó, demostró al mundo una gran madurez al pronunciar un conmovedor discurso durante su funeral.
Víctima de amenazas
En junio de 2020, Marta Luisa denunció las amenazas de muerte que sufría junto a su pareja, al que defiende públicamente de prejuicios heredados, según ella, de "una supremacía blanca". A través de un reivindicativo escrito en sus redes sociales, la hija del rey Harald quiso salir en defensa de su pareja. Aseguró Marta Luisa que ambos fueron testigos de graves situaciones de odio y racismo por el mero hecho de que Verret no sea un hombre blanco. "Ser la novia de Durek me ha dado un curso intensivo de cómo la supremacía blanca está en juego y la forma en la que he pensado y actuado consciente e inconscientemente hacia las personas negras", comenzó su alegato.
Y continuó en su descargue: "Como siempre he dado por sentados mis derechos, nunca analicé correctamente que es en realidad el racismo, porque me ha resultado muy cómodo contar con el sistema. No estoy orgullosa de ello, pero me doy cuenta de que necesito llegar a comprender este sistema profundamente arraigado para poder ser parte de su desmantelamiento. Yo, como persona blanca, necesito crecer, educarme y mejorar, y pasar de estar en contra del racismo a ser directamente antirracista".
Tras esto, enumeró todos los prejuicios que existen sobre su marido: "El racismo no es solo lo obvio (que pensé que era) de la discriminación directa, el maltrato y el asesinato de personas negras. Esto es fácil de defender. Está en los detalles (que aún no sabía que existían). Está en la forma en la que la gente rehúye a Durek. Cómo los amigos creen que miente sobre todo. Que es malo por ser amable. Las palabras murmuradas por debajo, dejándole claro que no tiene un lugar en la mesa. Gente diciéndole en voz alta '¿cómo te atreves a pensar que te tocaría?' cuando extiende su mano para saludar (antes de la Covid-19). Las personas piensan que no son racistas, pero no conocen a nadie con un color de piel diferente al suyo, aparte de las personas que trabajan para ellos".
[Más información: Marta Luisa de Noruega lanza un aplaudido mensaje en su aniversario más trágico]