La reina Isabel II (95 años) ya está en su residencia de Balmoral, en Escocia, para comenzar sus vacaciones de verano, por primera vez sin la compañía de su esposo Felipe, duque de Edimburgo, fallecido el pasado mes de abril.
Isabel II tiene la costumbre de buscar el entorno natural y las temperaturas templadas de Balmoral todos los veranos, donde pasa gran parte de los días al aire libre en compañía de familiares y de sus perros.
Está previsto que miembros de la familia se unan a la monarca a lo largo de las próximas semanas en Balmoral, lugar de descanso de la realeza británica desde los tiempos de la reina Victoria. Según la tradición, la estancia de la reina a Escocia es acompañada por una guardia de honor unos días después de su llegada.
Isabel II viajó a Balmoral procedente de su residencia de Windsor, en la que se había alojado de forma ininterrumpida desde que el duque de Edimburgo murió, el pasado 17 de abril, a los 99 años de edad.
De este modo, la monarca ha comenzado sus días de asueto y descanso después de haber pasado revista por todos sus compromisos de agenda. Además, en los últimos días Isabel II ha dejado resuelto una importante cuestión familiar: la hija de Harry de Inglaterra (36) y Meghan Markle (39 , Lilibet, finalmente ha sido agregada a la línea de sucesión de la Familia Real, siete semanas después de su nacimiento.
De este modo, Lilibet Diana Mountbatten-Windsor, la segunda hija del duque y la duquesa de Sussex, ya aparece con carácter oficial como octava en la línea de sucesión al trono. Un gesto inesperado por parte de la reina Isabel II, dado el clima de tensión que se respira en palacio con los duques.
Así es el castillo de Balmoral
Si el palacio de Buckingham es la oficina y el castillo de Windsor el refugio del fin de semana, Balmoral es la casa de verano de la familia real británica. Isabel II considera el castillo de Balmoral como su propiedad más preciada y a la que más cariño tiene. No es para menos: se trata de una de las dos únicas residencias que son de su propiedad, y no del Estado. El castillo de Balmoral es el lugar donde, según rezan muchas crónicas de la Reina, más feliz es Isabel II. Allí se reencuentra con sus raíces. Está en las Tierras Altas de Escocia y la soberana ya veraneaba en él de niña con sus padres y su hermana, la princesa Margarita.
La Reina suele prolongar su estancia en el castillo desde julio a principios de octubre aproximadamente. Balmoral es "paseos, picnics, perros y gente entrando y saliendo todo el tiempo", según la descripción que la princesa Eugenia de York (31) hizo del lugar hace un tiempo. "Balmoral es donde la Reina puede estar verdaderamente relajada, tranquila y a solas", dijo la escritora Penny Junor al Sunday Telegraph en 2015.
La libertad, para la monarca, significa montar su propio caballo, ponerse al volante de su Range Rover con un pañuelo en la cabeza y hasta lavar los platos, según escribió Tony Blair en sus memorias. Hay juegos de mesa, excursiones a los alrededores del castillo y partidas de caza. Pero la residencia favorita de Isabell II también está asociada a recuerdos dolorosos. En Balmoral es donde Guillermo (39) y Enrique hablaron por última vez por teléfono con su madre antes de su trágica muerte.
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