El próximo 17 de mayo Máxima de Holanda cumplirá 50 años, una edad especial que ha comenzado a celebrar por adelantado. Este miércoles, la consorte dio inicio a sus festejos asistiendo a un concierto en la sala Carré de Ámsterdam, junto al rey Guillermo (54 años), sus tres hijas -Amalia (17), Alexia (15) y Ariadne (14)- y su suegra, la princesa Beatriz (83). Allí pudieron disfrutar de un espectáculo que llevó a cabo Avro Tros, una organización pública de radio y televisión de los Países Bajos.
Para la ocasión, la familia Orange-Nassau apostó por espectaculares atuendos que llamaron la atención por su elegancia. Así posaron ante los fotógrafos que los esperaban con expectación en las inmediaciones del concierto.
Máxima, en carácter de homenajeada, fue la que más destacó. La argentina, que suele ser alabada por su buen vestir, escogió un vestido de la diseñadora de alta costura Irene van Herper que generaba un efecto visual impresionante por la combinación de un tejido fluido con un estampado lineal azul grisáceo, que resaltaba sobre un fondo nude. Como complementos, se decantó por unos pendientes largos, una gargantilla de esmeraldas y algunas pulseras. Para su melena optó por un peinado suelto y sencillo, que completó con un broche en forma de mariposa que sujetaba algunos mechones.
La princesa Amalia, heredera al trono de los Países Bajos, se mostró con un vestido de estampado floral de Needle & Thread, con mangas hasta los codos y un ligero vuelo en la falda que dejaba al descubierto su calzado: unos delicados zapatos de tacón peep toe, que rescató del armario de Máxima y combinaba a la perfección con su diseño.
Alexia, por su parte, vistió un modelo de Maje en color verde esmeralda, que por sus toques brillantes la hizo resaltar entre sus hermanas. El modelo en cuestión era de escote en pico, mangas hasta los codos y ceñido a la cintura. Para romper con la formalidad del look se decantó por unas alpargatas negras con plataforma y anudadas al tobillo. Ariadne, la más pequeña de la familia, lució un vestido largo en color beige y bordados en tonos naranjas, que le daba un estilo étnico. Tanto Máxima como sus hijas llevaron bolso de mano y un pequeño fular para protegerse si bajaban las temperaturas.
Durante el posado, madre e hijas se mostraron muy sonrientes al lado del rey Guillermo, quien marcado por la formalidad del evento, acudió con un traje azul oscuro y corbata morada. Su madre, la princesa Beatriz, quien quiso mantenerse en un segundo plano durante el posado familiar, vistió de negro y azul.
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